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Ep 178: Propiedades de algunos alimentos con Carolina y Alba, Parte 2 (Advanced LeveL)
NOTE:
This episode was transcribed by a native speaker and revised by a another native speaker, but I didn’t have time to revise it myself. I am confident that it is very accurate, but I apologize if you see a mistake. We do the best we can to be as accurate as possible. Thank you!
Joel Zárate.
Note: When you see 3 asteriks (***), it means that it wasn’t clear to understand what our guest said due to the internet connection.
Alba: ¿Cuáles son las propiedades de los frijoles? ¿Qué nutrientes nos aportan a nuestra dieta?
Carolina: Los frijoles son los más completos y también por eso en México se consumen bastante, Alba, porque también por lo económico, pero te aportan carbohidratos, lípidos, proteínas, minerales. Tienen alto contenido en hierro, calcio, zinc. Es un alimento muy completo realmente y, por ende, también barato. Entonces, muchas de las veces te dicen: "Ay, no consumas tantos frijoles porque pueden ser malos". Eso sí depende de cada persona. También los frijoles son un poco inflamatorios, es un alimento que inflama a veces el estómago, entonces probablemente muchas personas no pueden consumirlo con tanta frecuencia, pero es un alimento completísimo, tiene todo, todo.
Alba: Muy bien, muy bien. Si antes hemos hablado de que el arroz se consume con una frecuencia de tres, cuatro veces a la semana, ¿con cuánta frecuencia dirías que se consumen los frijoles?
Carolina: Aquí también depende de la situación económica, ¿no? De las clases sociales aquí en México, pero te puedo decir que una clase social entre media a baja podríamos consumirlo igual, como entre 3 a 5 días a la semana.
Alba: ¡Guau!
Carolina: Clase social alta probablemente no consuma tantos frijoles, no por otra cosa, sino porque normalmente tienden a tener un poco más su alimentación. La suelen basar en una alimentación cara, vamos a ponerlo, en una alimentación de probablemente carnes un poco más exportadas de otros países o…
Alba: O más variedad también, ¿no?
Carolina: Exacto, exactamente. Pero normalmente, común y corriente, entre 3 a 5 veces a la semana podríamos consumir frijoles.
Alba: Muy bien, o sea, que el arroz y los frijoles son el acompañamiento por excelencia de las comidas en México, junto con carne y verduras, ¿no? Diríamos que esos son por excelencia esos dos.
Carolina: Claro, Alba. Es lo más delicioso también. Imagínate comerte un arroz blanco con frijoles, ¡es lo más delicioso!
Alba: Muy bien, muy bien. Es que claro, muchas veces es verdad que nos vamos a lo más caro o pensamos que porque va a ser más caro va a ser más delicioso, pero hay tantas formas de preparar un único alimento que… es que no te puedes cansar, ¿no? Es como el arroz blanco... bueno, pero el arroz blanco puedes hacerlo con muchas cosas o acompañarlo con otras cosas. Es un alimento que muchas veces, por ser tan plano, si lo cocinas simplemente cocido, ¿no? Te puede acompañar a unos platos un poco más sabrosos o con un poco más de sabor, y acompañarlo con algo más simple como el arroz.
Carolina: Sí, claro.
Alba: Hay que buscar las formas de variar dentro de lo que nos podemos permitir económicamente, que también es muy importante en la actualidad.
Carolina: Sí, claro. Y también de la disposición de cada alimento. Es por eso que te digo, acá, por ejemplo, pues tenemos mucha variedad de verduras, ¿no? Pero tal vez en España no hay tanta variedad. Entonces probablemente yo te pueda decir: "Alba, puedes acompañar el arroz con, no sé, chícharos o, vamos a ponerlo, lentejas o algo así", y tú me dices: "Es que las lentejas aquí casi no puedo encontrarlas". Entonces digo: "Ah, okay". Entonces depende también de la región, el país y la disponibilidad de los alimentos.
Alba: Claro que sí, eso hay que tenerlo en cuenta siempre. Muy bien, muy bien. Podrías decirnos, Carolina, ¿cuáles son las legumbres y leguminosas?
Carolina: Okay, las legumbres son, por ejemplo, los frijoles, las habas, las lentejas, los garbanzos. Y las leguminosas son, por ejemplo, el chícharo, la soya, el ejote. Esas son las leguminosas. Normalmente siempre las identificamos porque leguminosas siempre son como verdes: el chícharo, la soya, bueno, no es verde, pero el ejote sí es verde, ¿no? Entonces, normalmente siempre te dicen identifica que las leguminosas son de colores verdes y las legumbres normalmente son de un color entre marrón, café a negro. Entonces, siempre podemos hacer esa comparación en base a los colores.
Alba: Muy buen truco este, no lo sabía, fíjate, okay. Muy bien, muy bien. ¿Y con qué frecuencia recomiendas comerlas?
Carolina: Probablemente entre 3 a 4 veces a la semana. Es muy buena recomendación para todo, frijoles, lentejas, garbanzos, lo que tú quieras comer.
Alba: ¿Tú las sueles consumir más en sopas o en caldos, en caliente o más en frío, en ensaladas?
Carolina: En frío no, no es tan común como ensaladas, pero normalmente sí es más en sopas. Puede ser en sopas. Hay una sopa que en México se hace de frijol que es deliciosa también. Pero normalmente siempre son como acompañamiento. Es decir, en la comida del mexicano... no sé, te digo, por ejemplo, en el ejemplo del desayuno, un huevito a la mexicana con tus frijoles refritos, pueden ser un poco de queso y lo demás, ¿no? Entonces, siempre es como un acompañamiento, pero también puede ser una sopa, pero comúnmente va al lado de la comida.
Alba: Perfecto, como acompañamiento. Estupendo. Muy bien, muy bien. Y hablando de sopas, Carolina, ¿cuál es la diferencia para ti entre un caldo de pollo y una sopa de pollo como mexicana?
Carolina: Para mí no hay diferencia, Alba. Si tú me dices "es un caldo de pollo" o "una sopa de pollo", normalmente es la misma para mí.
Alba: ¿Y qué ingredientes tiene? ¿Cómo lo imaginas?
Carolina: Normalmente es alguna pieza de pollo con verduras, pimienta, sal y se acabó. O sea, ese es el caldo de pollo para mí. A veces puede llevar arroz. Normalmente los caldos de pollo tradicionales mexicanos llevan un poco de arroz blanco en el fondo. Entonces, normalmente es la pieza de pollo, que puede ser cualquier pieza de pollo, ¿no? Y verduras: zanahoria, calabaza, lo que tú quieras ponerle, y el arroz blanco en el fondo, como si estuviera ahogado.
Alba: Exactamente, es que como pesa tanto, ¿no?, se va al fondo. Eso es. Sí, claro, es que para mí, por ejemplo, cuando tú hablas de un caldo, yo solamente imagino el agua.
Carolina: Ah, okay.
Alba: Si tú me dices "voy a... voy a ver..." Es que no me sale ni siquiera “comer” el verbo, ¿no? Me sale "beber un caldo", porque es solamente líquido. Después de hacer la sopa, tú quitas el caldo, el agua, y ese es el que tiene el sabor de la verdura, del pollo, de la patata, lo que tú quieras echar, pero ese es el caldo. La sopa, como tú dices, es con una pieza de pollo normalmente, un poco de verdura, patata y fideo, que aquí tenemos también fideos de sopa, se suele usar también.
Carolina: Okay, ahora que recuerdo, sí puede ser lo mismo con la sopa, pero la sopa también tendría verduras, probablemente no tendría la pieza de pollo, pero sí el agua con el sabor del pollo y la verdura. Probablemente esa puede ser la misma comparación. Pero si tú me dices a mí "¿quieres caldo de pollo o sopa de pollo?", para mí las dos son lo mismo.
Alba: No hay diferencia. Muy bien, muy bien, perfecto. Muy bien. ¿Tú comes sopa en tu dieta diaria?
Carolina: Probablemente no tanto como quisiera, pero sí como sopas.
Alba: ¿Y por qué dices eso? ¿Por qué no tanto como quisieras?
Carolina: Normalmente, Alba, me gusta la cocina en general, pero verla... no, no me gusta cocinar mucho.
Alba: Te gusta tenerla en la mesa directamente, ¿no?
Carolina: Sí, claro, claro. Entonces, normalmente por eso es que te digo, me gustaría consumirla con más frecuencia, pero a veces me da un poco de flojera cocinar esta sopa.
Alba: Entiendo perfectamente. Sí, sí, es que son platos elaborados, ¿no? Aunque luego puedes hacer con más cantidad y tenerlos para otras ocasiones, pero sí que es pon la olla, ¿no?, pon las verduras, poner... en fin, es una elaboración. Sí, te comprendo.
Carolina: Sí, claro. Aparte de que si tú lo haces en una cantidad mayor, como dices, probablemente la comida sepa un poco diferente al paso de los días. No es tan como tenerla ahora, ¿no? y probarla… tan deliciosa.
Alba: Exacto. Además, yo creo que todos en la vida hemos hecho alguna vez, pues hacer sopa para más días. Destapar el tupper congelado, ¿no?, después de, yo qué sé, dos semanas, y dices: "¡Dios mío, esto tiene una pinta horrible!"
Carolina: Sí.
Alba: Está congelado. Abres el tupper y dices: "¡Dios Santo! ¿Pero quién se va a comer esto?" Pues yo, no hay otra alternativa. Voy a ser yo. Pero después la calientas y vuelve a tener forma y vale, está medio salvable., pero es verdad que cuando la abres, dices: "Dios mío, esto es horrible", ¿no? Se separa la grasa del líquido, y es un cuadro, realmente.
Carolina: Exacto. ¿Y sabes algo, Alba? Yo soy... yo soy buenísima, soy la señora congela todo, porque normalmente yo congelo todas las cosas, pero, pero sí, claro, no tiene la misma... tú lo ves y dices: "¿Qué es esto? ¿En qué se transformó?"
Alba: No, no, no, estoy de acuerdo. Sí, sí, hay cosas que congelan mejor que otras, es verdad.
Carolina: Me gustaría consumir más sopa, pero normalmente no lo hago.
Alba: Muy bien, de acuerdo. Muy bien, muy bien, muy bien. Bueno, hemos hablado antes de los huevos y del huevo a la mexicana. ¿De qué forma dirías que se preparan los huevos en México?
Carolina: Probablemente lo más común sería revueltos o… nosotros les decimos a los huevos, estrellados, ¿no?, con un poco de aceite y fritos. Pero normalmente también se consumen huevos duros a veces, pero no a todos les gustan los huevos duros. ¿Por qué? No lo sé, probablemente su sabor cambia un poco, ¿no? Los niños, te puedo decir, Alba, que probablemente solo se coman las claras del huevo duro, o sea, la parte blanca. Y probablemente la parte amarilla... habrá niños que no les guste la parte amarilla.
Alba: ¿En serio?
Carolina: Sí.
Alba: Y si es la mejor parte, es la más sabrosa. La clara apenas tiene sabor.
Carolina: Te diré que… yo soy una de esas niñas. Cuando yo era niña, Alba, mi mamá me hacía huevo duro y normalmente yo decía: "No, qué es eso amarillo"
Alba: Es por el color, probablemente.
Carolina: Sí, exactamente, probablemente sea por eso. Pero no todos, te diré que son contados los niños. Pero probablemente sí, los huevos duros... algún niño será como yo, que por el color no le guste lo amarillo.
Alba: Claro, claro, claro. Entonces, decimos huevos estrellados…
Carolina: Sí, revueltos.
Alba: Revueltos, ¿no? Eso es. Los huevos duros, el huevo a la mexicana, que has explicado también, con verduras. ¿Y algún tipo más de preparación?
Carolina: De preparación hay muchos, ¿no? Por ejemplo, huevos rancheros, huevos a la mexicana. Huevos… hay, en el norte del país, le dicen "huevo con machaca", que normalmente es el huevo con carne de res, entonces igual, también existen los huevos ahogados, huevos motuleños, que normalmente son huevos estrellados en salsa roja y verde, pero llevan un plátano macho. Aquí se le llama plátano macho, no sé cómo tú lo conozcas, ¿sí? ¿Plátano macho?
Alba: Igual.
Carolina: Exactamente, entonces llevan un poco de plátano macho y el huevo con salsa. Normalmente siempre los huevos en México deben llevar alguna salsa, roja o verde. Entonces, son un poco más coloridos también, entonces…
Alba: Absolutamente, además de la bandera de México, ¿no? Claro, exactamente.
Carolina: Exactamente. Por eso sí te digo, hay muchas presentaciones y todas son deliciosas.
Alba: Muy bien, muy bien, muy bien. ¿Y con qué frecuencia recomiendas comerlos?
Carolina: También depende acá. Una persona saludable, sin ningún problema de salud, vamos a ponerlo, de 3 a 5 huevos a la semana puedes consumir. Si tienes algún problema de colesterol alto, que normalmente te diga el doctor, Alba, tu manejas tu colesterol muy alto, probablemente pueda decirte que se recomienda entre 2 a 3 huevos completos por semana. Pero normalmente, una persona saludable, sin ningún problema de salud, entonces serían entre 3 a 5 huevos a la semana.
Alba: Muy bien, muy bien, de acuerdo. Es que muchas veces, también al ser del grupo de la proteína, ¿no? Y ser un poco más baratos que la carne, normalmente, ¿no? Pues también mucha gente dice: "Ah, pues no como carne y como huevos y sustituyo esa proteína", ¿no? También por economía, muchas veces.
Carolina: Sí, claro, te podré decir, Alba, también hoy en día, con estos problemas económicos e inflación, también, el huevo también es caro, pero, pero sí…
Alba: Ya, es verdad. Sí, sí, sí, no, tienes razón, tienes razón. Es que todo está caro en general, es increíble ahora.
Carolina: Exactamente.
Alba: Sí, sí. Muy bien, muy bien. Carolina, si yo te digo que un plato con una porción de carne, una porción de verdura, una porción de frijoles, una fruta de postre y un puñado de nueces, ¿tú lo consideras saludable y completo?
Carolina: Sí, claro, claro, sí es lo mejor. Normalmente se ve mucha cantidad, como tú dices. No, no, no me gustaría que mi desayuno se viera así, no. Pero normalmente siempre piensan que están comiendo de más, ¿no? Pero no es así. Normalmente siempre debe de haber porciones de cada grupo de alimentos, pero ese es un gran ejemplo de una alimentación correcta o de un... vamos a ponerlo una comida completa.
Alba: Muy bien. Sobre todo la fruta de postre, ¿no? Que mucha gente dice: Es que yo necesito… yo qué sé, un postre cada día, ¿no? Tipo un flan o unas natillas o un... ¿qué opinas tú de esto de comer dulces todos los días?
Carolina: Te puedo decir que, como persona que ama los postres, te puedo decir, come todos los postres que quieras todos los días, pero obviamente no es saludable, ¿no? Pero siempre, ahora, hoy en día, recomendamos que su dieta sea variada, completa. ¿Qué quiere decir esto? Que no prohibamos los alimentos, así sean hamburguesas, pizzas. Solo que no sea el complemento, que no sea lo que comúnmente comas, es decir, no todos los días. Sino, vamos a ponerlo, si un día se te antoja un pedacito de pizza, Alba, cómete el pedacito de pizza. Pero sé que al otro día vas a retomar esa dieta saludable, ¿no? A frutas, verduras, carne, legumbres, lo que sea, y probablemente ese día te digas: "Se me antojó un poquito de chocolate". Ah, okay, cómete el poquito de chocolate. Lo que queremos llegar es no prohibir alimentos, sino que normalmente la gente sepa cómo comer. Entonces, sí, no es recomendable todos los días, ¿verdad? Pero sí de vez en cuando podría ser una buena opción.
Alba: Claro que sí.
Carolina: No dicen por ahí, Alba, que el postre no va al estómago, va al corazón.
Alba: No puedo estar más de acuerdo. Es que soy muy golosa también. Yo… vamos, por mí, todos los días comería dulces, pero entiendo que, pues como tú dices, no puede ser la norma tampoco. Y yo creo que, al final, después, como persona con experiencia en muchas dietas, que lo voy a decir entre comillas porque "dieta" no debería significar restricción, sino simplemente un plan alimenticio, ¿no? Pero te digo que por experiencia con dietas muy restrictivas, cuanto más prohíbes un alimento, más sensación de ansiedad tienes por ese alimento también, ¿no? Y mucha gente dice: "No, es que hay que esperar al sábado para tener una comida libre, por ejemplo", y yo, pues, no lo considero así. Intento, pues, durante la semana comer bien, pero como tú dices, si un miércoles dices: "Ah, es que he visto en la panadería un croissant y mañana me lo quiero desayunar", pues claro que sí, ¿qué pasa? Y es jueves y no pasa nada. Es que el estómago no entiende de días, ¿no?
Carolina: Exacto.
Alba: No puedes esperar hasta un día y comer todo lo que te apetezca ese día y después decir: "Ah, bueno, al día siguiente voy a comer lechuga y pechuga", ¿no?
Carolina: Exactamente.
Alba: No, no tiene ningún sentido para mí, es verdad.
Carolina: Exactamente, sí. Muchas esperamos al fin de semana, el famoso fin de semana, ¿no? El fin de semana es como: "Voy a comerme todo lo que en la semana no pude comer".
Alba: Eso es.
Carolina: Entonces el que prohíbas este tipo de cosas, hace que tu dieta, entre comillas como dices, no sea de manera saludable. Entonces, es mejor, como tú dices, si tú ves un… aquí por ejemplo en México, si tú ves un pan de dulce, no sé, una concha, un mamoncito, lo que tú quieras, cómetelo, cómetelo, disfrútalo. No importa que sea lunes, martes, miércoles, no importa. Lo que queremos es que sea más variado, ¿no? Y que no tengas como esa restricción de todos los alimentos porque, a pesar de que algunos te pueda decir: "Ah, son malos", ningún alimento es malo, solamente hay que comerlo con moderación.
Alba: Efectivamente, muy bien, perfecto, muy bien. Me gusta mucho eso que dices. Genial, pues nos vamos a las verduras, ¿no? Que todo lo contrario de lo que estábamos hablando de los dulces, nos vamos a las verduras. ¿Qué verduras dirías que el mexicano promedio incluye más en su dieta diaria por costumbre o por disponibilidad de la verdura?
Carolina: Por disponibilidad, yo creo que sería, por ejemplo, el jitomate, el tomate, la calabaza, la zanahoria, probablemente… probablemente algún otro tipo. Por ejemplo, chícharos también son como que los más comunes, los que tienen más disponibilidad, que normalmente dices: "no hay una temporada que se dé", por ejemplo, la papa, ¿no? La papa también, a pesar de que no es una verdura, pero es como que no tiene una temporada de cultivo, ¿no? Igual el jitomate o el tomate, o la lechuga, por ejemplo, siempre están a una disponibilidad rápida. Siempre tienes ese tipo de verduras, entonces son las que más consumimos, la lechuga, acelga, espinaca, jitomate, tomate, cebolla, todo ese tipo porque no hay una…
Alba: Sí, es bastante variada.
Carolina: Exactamente, y normalmente en México sí hay temporadas para, por ejemplo, las frutas, pero para las verduras normalmente tienes una mayor disponibilidad de ellas.
Alba: Eso es, muy bien, muy bien. ¿Y qué dirías a ahora que has hablado de las frutas? ¿Qué dirías con respecto a las frutas, por ejemplo, las más consumidas por los mexicanos?
Carolina: Las más consumidas, las que siempre encuentras todo el año, pueden ser el plátano, la manzana, el melón, la papaya.
Alba: La papaya, qué gusto, sí.
Carolina: El mango, a pesar de que nos guste a muchos el mango, desgraciadamente es de temporada, ¿no? Entonces, hay un específico tiempo para consumirlos. Pero, de igual forma, nosotros siempre decimos que consuman las frutas de temporada porque son las más económicas, porque normalmente son en ese mes del año en donde hay más frutas de ese tipo, ya sea una sandía, o sean fresas, o sean zarzamoras. También hay un tiempo para estas frutas, y normalmente son más económicas. Entonces, siempre recomendamos, a pesar de todo, que se consuman las frutas de temporada, pero las que siempre hay son la manzana, el plátano, el melón, la papaya, que es lo más común.
Alba: Muy bien, perfecto, muy bien. Claro, es que es muy importante, ¿no? Sobre todo la fruta de temporada, es que, por ahora, ¿no? Ahora que estamos en octubre, ¿no? Pues aquí ya empieza la mandarina, la naranja. Entonces, son frutas que ya abandonamos un poco la fruta de verano, como el melocotón, la uva, etcétera, los frutos rojos, y pues ya nos pasamos a otro tipo de fruta. Pero es que es una maravilla, ¿no? La naturaleza te ofrece, en todas las temporadas, una fruta diferente. ¡Es fantástico!
Carolina: Sí, claro, es muy interesante, la verdad, cómo nos presenta este tipo de alimentos todo el año, ¿no? Y más con las frutas, que normalmente, te digo, que son las frutas de temporada. Y normalmente es que, tú lo sabes, ¿no? Si comes un mango a mitad de, no sé, enero o febrero, es como de "¡Ah, este mango sabe raro!".
Alba: Es que es verdad, es igual que cuando ya consumes las fresas. Empieza enero, empiezan las primeras aquí, por ejemplo, empiezan las primeras fresas o febrero, y dices: "¡Uf! Esto está muy verde todavía". Entonces, tienes que esperar un poquito más, ¿no? Igual que con las cerezas o kiwis. En fin, cada fruta tiene su temporada y hay que hacer caso, que es lo interesante, porque están mucho más sabrosas y más económicas.
Carolina: Sí, claro, tienen un mejor sabor también, ¿no? Más dulces, más todo, entonces sí.
Alba: Eso es muy bien, muy bien, muy bien. Bueno, vamos a las hamburguesas. Las hamburguesas, vale. ¿Te gustan las hamburguesas o eres más de dulce?
Carolina: Me encantan las hamburguesas, Alba.
Alba: Respuesta correcta, muy bien. En tu opinión, ¿qué tan seguido podemos comer, por ejemplo, una hamburguesa y mantener una dieta saludable?
Carolina: Puedes mantenerla de igual forma si tu consumes, la consumes de 1 a 2 veces por semana. Es con lo mismo con los postres, no hay que prohibirlos, hay que limitarlos un poco. Que te diré que la hamburguesa es mejor que comerse una pizza. ¿Por qué? Porque normalmente hay carne de res y normalmente no hay un mayor, vamos a ponerlo así, consumo de grasa. Sí sé que la hamburguesa, bueno, obviamente tienes que asar la carne y todo, y tiene grasa y si tú le adicionas mayonesa, kétchup y, no sé, alguna otra cosa. Sí, claro, entonces ya pierde totalmente. Pero si hablamos de la composición de la hamburguesa natural, pues es también saludable. Lleva carbohidratos, que normalmente es el cereal, el pan, el pan de la hamburguesa; lleva carne, que es la proteína, y puedes ponerle alguna verdura, como es la lechuga, que normalmente se pone en las hamburguesas. Entonces es un alimento completo, pero no es algo que sea saludable que lo consumas todos los días. Probablemente dos, o si ya de verdad tienes mucho antojo, puede ser tres veces a la semana.
Alba: Claro, ese es, es que claro, cuando pensamos en comida como hamburguesas, etcétera, siempre nos viene como la comida rápida y nunca pensamos en que tú puedes comprar la carne en la carnicería. En lugar de comprar carne roja, puedes comprar carne de pollo, que es más saludable. La picas en la carnicería, la haces en casa y tú controlas exactamente las cantidades del aceite, todo lo que tú le pones, ¿no? Entonces, se convierte en un plato más, es otra forma de comer carne y carbohidratos, pero de otra forma.
Carolina: Exactamente, sí. Y aparte que no engañas a tu cerebro, pero dices: "la satisfacción de…
Alba: Claro eso es.
Carolina: La satisfacción de decir estoy comiendo una hamburguesa, ¡qué es eso!
Alba: Sí, estoy de acuerdo, estoy de acuerdo. Sí, sí, muy bien, muy bien, muy bien. Bueno, hemos hablado antes de los dulces, ¿no? Tú has dicho que hay que comer los dulces cuando a uno le apetezca, es verdad. Pero el consumo recomendado, pues, nos has dicho que es de 2 a 3 veces por semana, más o menos.
Carolina: Exactamente, sí, es lo mismo. No hay que prohibirlos, tampoco es una recomendación, no hay una recomendación exacta, pero mientras más puedas limitarlos, está bien. Pero normalmente, moderar siempre las cantidades. Nosotros siempre pensamos en moderar los alimentos, pero lo que debemos moderar son las cantidades que comes. Si tú comes un osito de gomita, pero normalmente te comes el paquete completo, bueno, ahí estás como excediendo, ¿no? Pero si te comes 2 o 3 gomitas, okay, está bien, porque normalmente es un aporte de azúcar extra a tu dieta, pero no es algo que vaya a contribuir mucho o que vaya a perjudicar algo.
Alba: Claro, no es significativo.
Carolina: Exactamente, entonces normalmente lo que decimos es que mejor limiten un poco las cantidades antes de limitar los alimentos. Por eso no hay una frecuencia exacta. Siempre te digo, si te vas a comer unos ositos de gomita, cómetelos, pero que sean 1 o 2, normalmente para quitar como ese antojo dulce.
Alba: Totalmente, es verdad. Y yo siempre… y escuche una vez en una entrevista porque yo siempre escucho mucho sobre el tema de nutrición, y me gusta mucho seguir el tema. Y una vez alguien, no recuerdo quién, pero dijo: "Es mucho más fácil moverte más que comer menos". Entonces, hay mucha gente que dice: "Ah, no, es que hay que limitar mucho más la comida, las cantidades". Es decir sí, sí, está claro que hay que comer en función de tu actividad diaria, pero es mucho más fácil decir: Pues me voy a caminar, quemo unas calorías y después, si me apetece, compensar un poquito con unas gomitas de chuchería, como tú decías, pues no me afecta tanto, no es tan significativo como si estoy sentada todo el día en casa sin actividad física, ¿no?
Carolina: Exactamente. Y que normalmente, siempre decimos que eso es otro tema, ¿no? El ejercicio. Siempre dicen: "Ay, hoy me comí una hamburguesa, pizza, helado, todo. Mañana voy al gimnasio, voy a correr 5 km, voy a hacer pesas". No, tampoco, el ejercicio tampoco compensa eso, sino que normalmente siempre lo que recomendamos es que no tengas una vida sedentaria, que te muevas, camines, pasees con los perros o, no sé, vayas al parque, o si te gusta hacer deporte, lo hagas, ¿no? Pero que normalmente en todo tu día tengas movimiento, y eso es lo que va a hacer la diferencia en todo.
Alba: Absolutamente, estoy de acuerdo. Es verdad. Muy bien, bueno, hablando de alimentos malvados, ¿no? Hemos hablado del azúcar, de los postres, de las hamburguesas. ¿Qué me dices del pan?
Carolina: El pan es bueno, no sé por qué...Bueno, depende de la presentación del pan también, por ejemplo, si yo te digo en México: "Cómete un pan de dulce..." Pues sí, lo puedes hacer, ¿no? Pero normalmente no es tan recomendado comerlo diario. Te digo, moderar la cantidad si lo quieres comer diario, pero es buenísimo, es una buena fuente de carbohidratos. Entonces, no tiene que tenerle miedo al pan.
Alba: Es como siempre, la moderación, ¿no? Es en la cantidad que tú necesites para tu actividad diaria, para las calorías que tú quemas en un día, etcétera, etcétera. Es que es siempre el mismo cuento de muchas veces, es que siempre es igual. Pues es que la ciencia es así, quiere decir, es básico, no… es verdad, mi padre, muchas veces, me dice: "No, Alba, no comas pan porque tal", y yo: "Papá, tú puedes comer pan en función de lo que tú necesites, ya está". Pero no, no puedes ponerlo como el malo de la película. El pan, el pobrecillo, no ha hecho nada, ¿no? Para merecer ese puesto. Pero sí, mucha gente tiene esos mitos y esas concepciones de la comida también.
Carolina: Exactamente, sí, no, no. Realmente, estos mitos son muchos mitos los que tienen de la nutrición y los alimentos. Pero no, el pobre pan no les hace nada, normalmente.
Alba: Eso es, muy bien. Y con el pan, ¿qué ponemos? ¿Ponemos un poquito de queso, Carolina?
Carolina: Sí, claro, puede ser eso. Es como lo mismo que te dije con las quesadillas, ¿no? Poner un poco de tortilla de maíz con queso. Es lo mismo con el pan, dependiendo de los quesos, porque existe gran variedad y tipos de quesos, ¿no? Unos que son un poco con más contenido de grasa, otros con menos contenido de grasa. Pero, normalmente, es bueno, es un buen aporte de carbohidratos y también de proteína del queso.
Alba: Muy bien, ¿dirías que es común en la dieta diaria de un mexicano el comer queso?
Carolina: Normalmente, sí, probablemente. Tipos de queso probablemente te pueda decir que un panela, un... un quesillo, que es normalmente el queso que vemos como en bolita, el queso Oaxaca también lo conocen así. Entonces, sí, es común, pero no es tan común como quisiera, normalmente. Entonces, sí, sí lo consumimos los mexicanos. Te digo, diferentes tipos de queso, probablemente por los gustos, pero... pero sí los consumimos.
Alba: Muy bien, muy bien, muy bien. Aquí se dice mucho que, por ejemplo, el queso fresco, que es un queso, pues, que no lleva tanta grasa, ¿no?, como otro tipo de queso, que es más saludable que consumir un cheddar, por ejemplo.
Carolina: Claro, por lo mismo, tienen la diferente preparación hace que tengan altos contenidos de grasa también. También, de donde provenga el queso, ¿no? Hay queso de vaca, hay queso de cabra, hay queso de diferentes tipos de... Exacto, tipos de animales. Entonces, dependiendo también de dónde provenga el queso, es la cantidad de grasa que tiene. También los procesos que contiene y todo. Entonces, normalmente por eso dicen, el queso fresco es mejor, ¿por qué? Porque no tiene tantos aditivos ni sodio ni... etcétera, grasa, vamos a ponerlo; que un queso cheddar, que normalmente tiene un alto contenido de grasa, que normalmente es un poco más perjudicial, vamos a ponerlo.
Alba: Muy bien, muy bien, perfecto. Vamos a terminar, vamos a ir terminando ya, vale Carolina.
Carolina: Claro que sí.
Alba: Porque me está encantando. La verdad, que es un placer hablar contigo, lo explicas todo tan bien que es... es genial.
Carolina: Gracias.
Alba: Antes hemos hablado al principio de la conversación, cuando hablábamos del aceite de oliva virgen extra como condimento de una ensalada. Tú me has dicho: "Bueno, sí, se lo mezclas con mostaza o con otras cosas". Pues sí, pero, ¿qué pasa con otros aditivos u otros aderezos? Voy a decirlo así, como sal, pimienta, orégano, perejil. ¿Vosotros utilizáis mucho para la carne, para otros alimentos?
Carolina: Sí, claro, es lo mejor. Nosotros siempre decimos, todas las comidas pueden ser con este tipo de condimentos. Es decir, pimienta, sal, orégano... no tienen calorías, no tienen nada, nutricionalmente, no, no tienen algún aporte de proteína, grasa, nada. Entonces, es bueno condimentar con eso la comida, porque normalmente da un buen sabor sin tener que adicionar algo extra que contenga grasa o que contenga algún otro tipo de aditamento. Entonces, yo siempre recomiendo que utilicen este tipo de condimentos en la comida diaria cuando cocinan. Entonces, es buenísimo, buenísimo, lo pueden utilizar todos los días.
Alba: Perfecto, muy bien, muy bien. Pues, Carolina, me gustaría saber si para terminar, pues, nos hemos dejado algo en el tintero o te gustaría añadir alguna cosita más de una conversación.
Carolina: Alba, añadir tal vez, pero me quedaría todo el día aquí hablando contigo, pero solamente siempre decirles que no basen su alimentación en algo que leyeron. Siempre les recomiendo que vayan a un profesional de la nutrición en cualquier país en el que estén. Que normalmente no le hagan caso a las redes sociales, porque muchas veces redes sociales es como generan más mitos que un beneficio. Entonces, siempre les recomiendo que vayan a su profesional de la nutrición, de su alimentación, y que normalmente basen su alimentación en… como por ejemplo en cada persona, tú como Alba, yo como Carolina. Entonces, normalmente siempre les digo, tomen esto como algo informativo, no lo tomen como algo para decir: 'Ah, mañana voy a comer todo lo que dijeron en el podcast', no. Entonces, que lo tomen como algo informativo, no como algo para hacerlo en su dieta diaria, porque normalmente no podemos conocer a todas las personas del mundo ni cómo son. Entonces, siempre vayan con su profesional de nutrición.
Alba: Perfecto, me parece estupendo, me parece genial. Carolina, por última vez, me gustaría saber, como has dicho que eres tan golosa, y yo también, lo sé, ¿cuál es tu pastel o tu dulce favorito?
Carolina: A mí me encantan... los cheesecakes.
Alba: Ay no, estabas pensando lo mismo que yo. Es un problema.
Carolina: Aquí, en México, le llamamos pie de queso, pero se llama de diferentes formas distintas.
Alba: Sí, sí.
Carolina: Pero me encanta, es mi debilidad. Siempre procuro no tenerlo en mi refrigerador, porque siempre que lo veo es como ver mi destino engordando.
Alba: Bueno, sí, pues si estás feliz, así tiene que continuar.
Carolina: Exactamente, por eso te digo, el postre no va al estómago va al corazón, entonces, a veces es necesario.
Alba: No puedo estar más de acuerdo, Carolina. Pues muchísimas, muchísimas gracias por estar aquí de nuevo con nosotros. Por escucharte, que es una delicia, de verdad. Y pues, nada, espero verte muy pronto, ha sido un placer conocerte, y pues lo dicho, nos vemos prontito.
Carolina: Claro que sí, Alba, para mí fue muy... mucho gusto él, igual conocerte y también agradecerles esta oportunidad para mí que... que me escuchen y que los conozca, porque realmente es una bendición para mí. Entonces, muchísimas gracias por esta oportunidad.
Alba: Gracias a ti, Carolina, un beso, hasta pronto.
Carolina: Nos vemos, Alba.