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Ep 180: Propiedades de algunos alimentos con Alejandra y Alba, Parte 2 (Advanced LeveL)
NOTE:
This episode was transcribed by a native speaker and revised by a another native speaker, but I didn’t have time to revise it myself. I am confident that it is very accurate, but I apologize if you see a mistake. We do the best we can to be as accurate as possible. Thank you!
Joel Zárate.
Note: When you see 3 asteriks (***), it means that it wasn’t clear to understand what our guest said due to the internet connection.
Alba: Exactamente, sí, sí, sí, muy bien, muy bien. Alejandra, pues del azúcar a la carne que no, no es lo tuyo en absoluto, ¿no? Pero bueno, imagino que también en los planes nutricionales que haces, pues también está incluida la carne, ¿no? Y conoces el tema, por supuesto.
Alejandra: Claro, o sea, una cosa es que yo no la consuma, pero eso no quiere decir que yo les diga a todos mis pacientes, no, yo no pongo carne.
Alba: Por supuesto, claro que sí. ¿Con qué frecuencia recomiendas entonces comer carne, por ejemplo?
Alejandra: Siempre depende del tipo de carne. Por ejemplo, la carne roja ya se está estudiando que el consumo frecuente no es aconsejable. Sobre todo el tipo de cocción de la carne roja. Si es asada, si es grillada, cuando se forman estas líneas negras, no es tan sano. Entonces, no consumirlo tan frecuentemente. Si es carne roja una vez a la semana. Carnes blancas, sea pollo, pavo, pescado, pueden ser también unas 2 o 3 veces a la semana. Y después, los otros días, entre huevos y también lentejas, todo lo que es legumbres.
Alba: Muy bien. Además de la proteína, ¿qué otras vitaminas, minerales o nutrientes tiene la carne?
Alejandra: A ver, la carne, siempre dependiendo del tipo de carne, también contiene hierro, que es importante, sobre todo para las mujeres. Es importante porque de repente no somos conscientes de los micronutrientes, simplemente pensamos en la proteína, la grasa, el carbohidrato y punto.
Alba: Sí.
Alejandra: Pero también el hierro es importante para que no estemos cansados, para que estemos activos. Entonces, hay dos tipos de hierro: el hierro que se absorbe más fácilmente, que es el que viene de las carnes. Y otros, por ejemplo, pues, en legumbres, ¿no? En verduras, etcétera, que son de absorción mucho más, en menos cantidad, que…
Alba: Claro.
Alejandra: Es difícil que se absorba. Entonces, ahí hay que usar un truco, que es consumir algo con limón, con vitamina C, para que se pueda absorber.
Alba: Eso es un truco que también diste en la otra conversación, ¿no?
Alejandra: Sí, sí, sí.
Alba: Claro que sí, hay que apuntarlo, es que es muy bueno, ¿eh? Es fantástico, yo no lo sabía. Muy bien, perfecto. Nos vamos con el desayuno, que es una cosa también muy importante y que mucha gente no le presta mucha atención al desayuno. Alejandra, ¿tú dirías que en Chile es común desayunar cereales con leche, azúcar y alguna fruta?
Alejandra: No, no, no, no, no.
Alba: No es común.
Alejandra: No, no es común. En Chile comemos pan con palta.
Alba: ¿Pan con palta?
Alejandra: Sí.
Alba: Fantástico. Es maravilloso.
Alejandra: Pan con palta, pan con huevo, pan con jamón, pan con queso. Ya ahí va cambiando, no es están sano, como el pan con palta, pero sí, siempre té o en los niños, se toma leche y un pan.
Alba: Sí, vale. ¿Siempre, siempre? ¿Tanto adultos como niños?
Alejandra: Sí, sí, sí, sí.
Alba: ¿Tú lo mantienes, ese desayuno?
Alejandra: Sí, acá es más difícil porque la palta cuesta mucho.
Alba: Claro.
Alejandra: Pero sí lo mantengo con el huevo o el queso, ahí también ya voy cambiando. Pero es una cosa que desde pequeña yo lo hago, entonces tampoco lo puedo cambiar.
Alba: ¿Y qué recomiendas, por ejemplo, para la gente como yo, que no puede comer huevo por la mañana? Porque es un alimento muy pesado, por ejemplo, para mí, pensar en huevo por la mañana me cuesta bastante.
Alejandra: Puede ser no siempre huevo, porque sé que hay personas que no tienen la costumbre como de comer huevo. Pueden comer palta, queso, también en España tienen algo muy bueno, que son las tostadas con el tomate rallado.
Alba: Claro, exactamente, el tomate rallado. Sí, el pan tumaca, ¿no?
Alejandra: No sabía que se llamaba así.
Alba: Sí, es que es catalán. Es una receta catalana, sí.
Alejandra: Me gusta, es muy bueno porque ya comienzas... como ya comiendo algo sano en la mañana, sobre todo si son verduras hechas de una forma distinta. Pero es muy, muy sano.
Alba: Muy bien. ¿Y qué te parecen los desayunos con frutas, yogurt u otros lácteos, leche, también un café?
Alejandra: No, en eso también. O sea, lo ideal sería comer un tipo de pan integral o cereales integrales buenos, y después también una fruta, siempre tener la fruta presente, sea fruta como la pieza de fruta entera o también como jugo, pero siempre el jugo hecho con agua, la fruta entera con la cáscara, todo, con la fibra y eso.
Alba: Muy bien, muy bien. Porqué, ¿qué problema hay con el zumo de naranja?
Alejandra: A ver, el zumo de naranja se puede consumir, pero el problema es que cuando uno hace el zumo de naranja, obtiene solamente el jugo, no está la fibra, no está la pulpa de la fruta. Entonces, eso quiere decir que ese jugo tiene quizás mucha azúcar. Entonces tienes que tener cuidado con el índice glicémico, en el sentido de que está todo el azúcar ahí, de la fruta y no hay una fibra que lo compense.
Alba: Eso es. Muy bien, perfecto, muy bien, eso es muy interesante y muy importante a tenerlo en cuenta. Muy bien. ¿Qué variedad de frijoles o porotos hay en Chile?
Alejandra: Tenemos varios. Ahora, como siempre, han ido creciendo por un tema de que tenemos más acceso, hay personas de distintos países y, etcétera. Pero están los clásicos porotos burros, que serían los blancos. Después están los porotos negros, después hay otro tipo de poroto que se da solo en verano, que son los porotos granados. Que son los que vienen en esta… son como rojos, o sea, por fuera, cuando tú los sacas de su cáscara son rojos por fuera.
Alba: Muy bien. Sí, sí, sí.
Alejandra: Y con eso hacemos los platos típicos. Y después tenemos otros porotos que son los bartolotti, que también son entre blancos y rojos.
Alba: Mucha variedad.
Alejandra: Sí, sí, sí, sí,
Alba: Mucha variedad de porotos. ¿Y cómo los coméis habitualmente? ¿Con qué los soléis acompañar?
Alejandra: En Chile solo se comen como guiso, como sopa, como… siempre calientes. Y los porotos blancos, digamos, se comen como ensalada, con cebolla, cilantro.
Alba: Muy bien, o sea, que siempre en caliente. ¿Y se combina con carne, por ejemplo, con patatas o con otras cosas?
Alejandra: Sí, el clásico, por ejemplo, las lentejas se comen con arroz, y hay personas que le ponen carne también, pero no es lo recomendable. Después, los porotos se comen con pasta, que en Chile lo llamamos fideos, y algunas personas lo comen con longaniza, que es un embutido bastante fuerte.
Alba: Sí, sí, bastante, bastante.
Alejandra: Sí, pero siempre en caliente.
Alba: De acuerdo, muy bien. ¿En ensaladas también has dicho que los blancos también se consumen en ensaladas? Muy bien. Es una forma que a mí me gusta mucho más que en sopa, la verdad. Todo lo que es legumbres me gusta mucho más en frío que en caliente. Sí, tipo ensalada, humus o alguna cosa así.
Alejandra: Claro, porque es más fácil también de hacer, es más rápido.
Alba: Sí, mucho más. Y también el sabor cambia. Yo que no soy muy fan de los porotos, me cuesta bastante. Prefiero lentejas o garbanzos, o cosas así. Me gustan mucho más que… La textura, no sé, es una cosa que no me llega a convencer del todo. Sí, sí, sí. Pero bueno, es opinión mía, la gente tiene que comer porotos. Tú me has hablado de porotos, pero yo quiero saber si hay otras legumbres que se consumen también a diario en Chile.
Alejandra: Después las otras dos clásicas son las lentejas y los garbanzos.
Alba: ¿Y esas se consumen igual? ¿Sí?
Alejandra: Y quizás también las arvejas, se llaman arvejas partidas porque son… en España no sé cómo se llaman, son estas verdes, como redondas… Los guisantes.
Alba: Ah, guisantes, de acuerdo, vale, sí.
Alejandra: Guisantes, pero secos. Y se comen siempre así, como guiso, sopa, siempre como caliente.
Alba: Muy bien, muy bien, okay, perfecto. ¿Tenéis otras formas de comerlos, como hummus? ¿También se consume?
Alejandra: No es común, o sea, quizás ahora los jóvenes, cuando no se uno ya se reúne… o sea, tienes que comprar un plato especial para comer hummus, pero no es que quizás en casa se hace hummus como para la cena, no.
Alba: Vale, de acuerdo, muy bien. Hablábamos de las sopas. Alejandra, ¿tú comes sopas en tu dieta diaria y qué tipo de sopas comes?
Alejandra: En Chile hay muchos platos con sopa; y me gustan mucho, me gustan mucho las sopas. Están llenas de verduras, o sea, uno puede ya colocar como lo que quiere, ¿no? Y es una forma también de introducir nuevas cosas. Hay personas que quizás no le gusta cierta verdura, pero quizás lo come en la sopa, mezclada con otras, puede ser que les guste.
Alba: Claro.
Alejandra: Y después en Chile hay un plato típico que se llama “pantrucas”, que es una sopa con verduras, pero también tiene como una masa adentro que la haces tú, que es casera. Y siempre que lo intento hacer aquí no me resulta. Pero sí, Chile es un país que también esta lo que antes dije, está el consomé, que sería la sopa como más pequeña. Entonces, tú vas a un bar, etc., a comer afuera, en Chile te dicen: ¿Qué quiere de entrada, sopa o ensalada? ¿Consomé o ensalada?
Alba: Vale. Y el consomé, ¿solamente se compone de caldo de sopa o también tiene cosas que puedes masticar, sólidos?
Alejandra: No, principalmente el consomé es un caldo, como de verduras, pollo, etc., y encima le ponen o pasta pequeña para sopa o sémola.
Alba: Vale. Porque yo considero el consomé como solamente el caldo de la sopa, sin nada, solamente el caldo que se come con una cuchara, ¿no? Ese tipo de... Para mí, por eso es la diferencia. Si yo digo sopa, yo imagino que tiene carne, fideos, etc., pero si digo caldo, solamente imagino lo que es, pues eso, el caldo sin nada sólido. El consomé para mí es un caldo.
Alejandra: Okay.
Alba: Sí, sí, sí, sí. Y estas sopas que son tan habituales en Chile, ¿las haces en casa? ¿También las consumes en casa?
Alejandra: Sí, sí, sí, sí, lo intento hacer siempre con las cosas que encuentro aquí. Pero en mi casa, como mi madre es del sur, en el sur se consumen muchas sopas, entonces ella siempre hizo sopa, constantemente.
Alba: Claro, la verdad es que es una comida rápida, ¿no? Porque es todo poner en una olla los ingredientes y dejarlo hacer. Y que puedes hacer en cantidad grande también, para congelar o para consumirlo en otros días.
Alejandra: Claro, sí, sí.
Alba: Muy bien, muy bien. Bueno, pues nos vamos a los huevos. Vamos a ver de qué forma es común preparar y comer los huevos en Chile.
Alejandra: A ver, en Chile comemos mucho huevo. Cuando yo llegué acá, en Italia, todos me decían: "Pero comes mucho huevo, hace mal", no. A ver, en Chile lo comemos de distintas formas. Puede ser todos los días: huevos como revueltos, es decir, en un sartén los revuelves. Después, los tenemos fritos, que es cuando la yema queda al medio. Y después, una cosa que a veces se hace los domingos, son los llamados “huevos a la copa”, que serían huevos poché, como… que están medio cocidos, ¿no? Y se comen con pan, o sea, tú después el pan caliente lo empiezas a sacar y se lo pones al huevo.
Alba: Ah, vale. Muy bien, okay, sí, que normalmente este tipo de huevos se pone en una tostada y se rompe el huevo, ¿no?
Alejandra: No, es que acá va en una taza. Va en una taza, pones este huevo y después le pones el pan encima.
Alba: Para cocinar o también directamente. Okay, vale, vale, vale. Después, se come con tenedor.
Alejandra: Con cuchara, claro, con cuchara.
Alba: Con cuchara. Muy bien, muy bien, okay. Te iba a preguntar, claro, hay mucho mito también, ¿no? Con respecto a los huevos, siempre se ha dicho que los huevos generan mucho colesterol y que es malo para el colesterol, etc. ¿Esto es mito o es verdad?
Alejandra: A ver, ya se hicieron bastantes estudios, porque con el huevo se cambia cada rato, que hace mal, que sí, que no, que sí... Ahora ya está comprobado que los huevos no afectan tu perfil lipídico, que sería el colesterol. Quizás personas quienes ya tienen problemas de antes, tienen que reducir su consumo, pero no es la causa.
Alba: Claro, eso es, sí, sí. Mucha gente dice: “no, es que la yema es lo que más colesterol lleva, hay que comer solamente la clara, o tortilla de clara”.
Alejandra: No, eso lo encuentro terrible porque si el huevo está hecho así entero es por algo. Y, además, la clara no entrega una cosa y la yema nos entrega otra, nos entrega grasas buenas, vitamina D, que no todos lo tienen. Entonces por eso hay que comérselo.
Alba: Exactamente. Y si no, pues hay que mezclar el huevo con la avena, ¿no? Y así compensas el colesterol.
Alejandra: Claro, es correcto.
Alba: El colesterol que se pueda crear. Eso es, muy bien, muy bien, muy bien. ¿Cuántos huevos consumes tú al día? ¿Por qué la gente de Italia se sorprendió?
Alejandra: A ver, el hecho de que yo no como carne, lo reemplazo con huevo. Entonces yo me podría comer, de verdad, me podría comer dos huevos todos los días, pero no lo hago. Me como uno al día, por lo menos.
Alba: Uno al día, bueno, tampoco es muchísimo, ¿no?
Alejandra: Pero acá en Italia es como: "ay no, huevo, máximo una vez a la semana".
Alba: ¡Ostras! Claro, entonces para ti es siete veces, ¿no? Ese consumo.
Alejandra: Claro, siete veces, comes huevo todos los días... sí.
Alba: Claro, en distintas formas, pero sí, yo también considero que consumo bastante, no quizás todos los días, pero sí, dos un día o dos otro día, ¿no? En menos ocasiones, pero en más cantidad.
Alejandra: Exacto.
Alba: Sí, sí, que al final es lo mismo. Muy bien, okay, muy bien, muy bien. ¿Qué nutrientes entonces contiene el huevo y por qué debemos consumirlo?
Alejandra: A ver, el huevo tiene una muy buena calidad de proteína. Entonces, además, el huevo no cuesta tanto comparado, no sé, con el pollo, la carne roja. Entonces por eso es bueno, porque lo tienes y lo puedes cocinar de distintas formas.
Alba: Has hablado también de la vitamina D, ¿no?
Alejandra: Sí, y además no todos, por ejemplo, solamente quizás la leche porque esta la grasa, pero el huevo tiene vitamina A y D.
Alba: Genial. O sea que hay que consumirlo, tu recomiendas consumirlo, muy bien.
Alejandra: Sí, recomiendo consumirlo, ojalá también, es una cosa más mía, pero de las gallinas libres, eso sí.
Alba: Por supuesto, eso sí que es importante también. Sí, sí, cuestan un poquito más, pero merece la pena. Además, el sabor es que se nota muchísimo,
Alejandra: El sabor es diferente porque comen distinto, o sea ella comen lo que tienen que comer y pueden estar libres, pueden caminar más, etc.
Alba: Exacto, yo he notado sobre todo también en el sabor, y textura, como mucho más cremosos, que otro tipo de huevos, ¿no? De otras gallinas.
Alejandra: Sí.
Alba: Sí, muy bien. ¿Tu recomiendas algún tipo de cocción o de preparación del huevo más que otra?
Alejandra: A ver, lo mejor es el huevo duro, que… no sé si se dice así también en España.
Alba: Sí, cocido, duro, eso es.
Alejandra: Sí, cocido, sí, sí, sí, porque también lo puedes comer… sí, en agua, lo puedes comer en el almuerzo con una ensalada, o incluso también en un pan, lo puedes moler y te comes el pan con tomate, huevo, lechuga.
Alba: Exactamente y lo tienes completo. Muy bien, muy bien, hablando de platos completos… sí, vale, que me he perdido por un momento, aquí estoy. Vale, hablando de completos, Alejandra, si yo te digo que un plato con una porción de carne, una porción de verduras, una porción de frijol, un postre y un puñado de nueces, por ejemplo, o cualquier otro fruto seco, ¿tu considerarías eso un buen plato o un plato nutritivo?
Alejandra: Sí, o sea, quizás los frutos secos es mucho porque si obtienes las grasas quizás de la ensalada, le pones aceite ahí está la grasa de los frutos secos, pero me parece bien.
Alba: Muy bien, un postre, ¿qué consideraste tu un postre?
Alejandra: A un postre, también hay que pensar que tipo de postre. Puede ser una pieza de fruta, un yogur descremado. La gente que no le gustan las frutas, pero quiere terminar con algo dulce también puede ser una opción. Y ya después si quieres comer un postre más dulce o así, una vez a la semana. Cuando uno con afuera.
Alba: Una vez a la semana, okay, ¿qué opina, por ejemplo, de comer a diario chocolate negro con un porcentaje de cacao alto, 85-90%?
Alejandra: Bien, sobre todo porque el cacao… no con tanta azúcar, por eso es importante el porcentaje de cacao. Es antinflamatorio. Y para las personas que están con exámenes o así también ayuda mucho a la concentración.
Alba: Muy bien, esto, vamos lo que les faltaba a los estudiantes para terminar de… comer chocolate.
Alejandra: Claro.
Alba: Es verdad, es verdad. Pero, para mí que soy muy golosa, yo reconozco que soy muy golosa, una oncita de chocolate negro o yo, compro 85, qué me quita el (***), me quita el gusanillo completamente, sí.
Alejandra: Sí, sí, también porque no tiene tanta azúcar entonces después tu quedas como bien con ese sabor a chocolate.
Alba: Exactamente eso es, y después vuelves a que tiene azúcar, y dices, es demasiado azucarado
Alejandra: Es tan dulce.
Alba: Sí, sí, se acostumbra a tu paladar. A unos sabores un poquito más amargos de “adultos”, ¿no? Entre comillas, y cuando vuelves dices, ya no me sabe igual de cómo me sabía antes. Muy bien, muy bien. ¿Qué carne, qué tipo de carne dirías que los chilenos consumen más? Has hablado de huevo, que es mucho más barato también pero, ¿qué tipo de carne consumen los chilenos?
Alejandra: A ver, en Chile consumimos mucha carne, o sea, yo no… pero consumen mucha carne roja, sobre todo carne molida.
Alba: Sí, ¿cómo para hacer hamburguesa?
Alejandra: Sí, porque en Chile hay muchas recetas que se usa la carne molida. El (***), que es una mezcla de carne con papa, zapallo, choclo, etc. Se usa mucho entonces se consume a veces todos los días. Y la gente en Chile no es consiente, cuando tú le dices carne roja, lo asocias solo a un bistec, o sea, a una parrillada, pero no lo asocia a la carne molida porque para ellos no, eso es carne molida, no es carne roja.
Alba: O sea, que la que más se consumís es carne roja. Fíjate, ¿y el pollo, pavo, por ejemplo, carnes blancas?
Alejandra: Muy poco, sobre todo que Chile es un país costero porque es un país largo y mucho más. El pescado no se consume mucho, uno, porque es más caro, y dos, porque ya no es tan fácil comprarlo fresco. Entonces ya no se consume tanto.
Alba: Pues fijate, es una pena porque, como tú dices, siendo un país costero, el pescado tendría que estar riquísimo, fresquísimo, etcétera. Y es una pena que no se consuma.
Alejandra: Claro, pero ya viene una cosa como… de que los pescadores artesanales quizás ya no pueden trabajar en ciertas zonas porque estas zonas son de empresas. Entonces también ahí es una historia un poco más política.
Alba: Entiendo, sí, sí, entiendo, muy bien. ¿Y qué me dices de las verduras? ¿Cuál dirías que son las más frecuentes consumidas en la dieta diaria de un chileno?
Alejandra: Tomate, lechuga, clásico.
Alba: Tomate, lechuga, básico, básico. Muy bien, vale, vale. ¿Y otro tipo de hortalizas, por ejemplo? ¿Se consumen también o no tanto?
Alejandra: Sí, comemos mucho. Hay una que se llama achicoria, que es un poquito más amarga, se consumen mucho también. Acelga, clásico porque también se usan en muchas preparaciones, se usa en tortillas. Esas son también básicas.
Alba: Vale, vale. ¿Y calabacín, berenjena, cebolla, por ejemplo?
Alejandra: Calabacín, que nosotros llamamos zapallo italiano, también. Pero, por ejemplo, nada, nada de berenjena.
Alba: ¿Nada de berenjena?
Alejandra: No, no es algo común. Quizás ahora se puede hacer porque he visto una preparación en una receta, pero no es parte de la gastronomía chilena.
Alba: ¿Pimientos?
Alejandra: Muy poquito, quizás en el sofrito.
Alba: Vale, sí. Se utiliza también más con cebolla, ¿no? También para sofreír. ¿Y qué me dices de las frutas?
Alejandra: Frutas en Chile, clásico. Dependen de la estación también, pero siempre plátano, uva, manzana. Y después, si es estación como de verano, la sandía es el clásico porque la sandía además no cuesta tanto en Chile. O sea, una grande, así una grande, una sandia, puedes pagar 3 o 4 euros.
Alba: Madre mía, aquí es lo que cuesta un kilo.
Alejandra: Entonces, sí, lo sé. Pues compra una rica sandía. Entonces ahí tienes para toda la semana.
Alba: Claro, no, no, claro que sí, claro que sí, para todo el mes si te pones. Qué bueno. Este año, la verdad, es que la sandía estaba carísima aquí. Y por desgracia no he podido consumir mucho por el precio. Porque, madre mía, el melón estaba bastante más barato. Entonces he consumido más melón. Pero me encanta la sandía.
Alejandra: Es una de las cosas que me afecta acá, es el precio de la fruta o la verdura, o sea, para mí la sandía, el melón, las lindas que en España se llaman las cerezas. En Chile cuestan ahora un poco más que antes, pero es más accesible cómpralo, acá no.
Alba: Claro. Es que es increíble. Este año están las cosas bastante complicadas en el sector alimentario también. Sí, sí.
Alejandra: Sí, sí, sí.
Alba: Es verdad, sí. Vale, hemos hablado de frutas, de verduras, de carnes, de pescado o de huevos. Vamos algo que nos interesa. Cosas malas, cosas con grasa, cosas con azúcar, etcétera. Hamburguesas, patatas fritas, etcétera. Este tipo de comida, comida basura, entre comillas, ¿no? Porque depende de cómo la hagas. Si lo haces en casa, también. ¿Con qué frecuencia dirías que es recomendable consumirla?
Alejandra: A ver, tengo que ser bien honesta, pero ojalá una vez cada dos semanas.
Alba: Una vez cada dos semanas, eh.
Alejandra: Sí, porque ahora es diferente si lo preparas en casa.
Alba: Vale.
Alejandra: Que si lo compras afuera. Porque tú no sabes con qué tipo de aceite están fritas las patatas fritas, no sabes cómo hicieron la hamburguesa, la calidad del pan, todo eso. Eso también depende mucho.
Alba: Estoy totalmente de acuerdo. Sí, es verdad. Y, además, bueno, yo intento siempre que llegue el fin de semana a decir, bueno, pues planeo la comida que voy a hacer. Y aunque sea, por ejemplo, una hamburguesa, ¿no? Bueno, pues yo voy a la carnicería, compro la carne picada, la hago en casa, hecho el aceite que yo quiero, pongo los ingredientes que yo quiero, compro un pan de calidad, pongo lechuga, pongo tomate, ¿no? Y la haces un poco a tu gusto. O las patatas fritas las puedes hacer en la air fryer o al horno o con otro tipo de elaboración, ¿no?
Alejandra: Claro, eso es completamente diferente. Sobre todo, hacer tu propia hamburguesa. O sea, no se compara con las que tú compras.
Alba: Claro. Sí, sí, sí. O por lo menos ir a un sitio, a una hamburguesería, por ejemplo, si hablamos de hamburguesas, que tú sepas que tienen una buena calidad, que son productos frescos, que las hacen a diario, etcétera, ¿no? Que no es un McDonald's o una cadena de comida rápida.
Alejandra: Sí, sí, sí.
Alba: Entonces comida de este tipo de restaurantes que no son buenos, una vez cada dos semanas.
Alejandra: Como máximo.
Alba: O nunca si es preferible.
Alejandra: Sí es preferible, no.
Alba: Lo ideal sería nunca, eso es.
Alejandra: Nunca.
Alba: Muy bien, muy bien, muy bien. ¿Dirías que es lo mismo para, por ejemplo, postres y dulces y cosas así que puedas comprar también? ¿Una vez cada dos semanas?
Alejandra: Sí, porque depende mucho. Si, por ejemplo, haces un postre en casa, arroz con leche, es diferente si lo compras porque tú sabes la cantidad de azúcares que estás colocando en ese postre.
Alba: Claro, efectivamente.
Alejandra: También si es una cosa que es muy alta en azúcares, una vez cada dos semanas o quizás una vez a la semana, dependiendo de cómo es tu dieta en la semana, ¿no? Pero siempre es mejor hacerlo en casa.
Alba: Muy bien. Sí, ¿tú eres golosa, Alejandra? ¿A ti gusta el dulce?
Alejandra: Sí, me encanta.
Alba: Eres de mi equipo.
Alejandra: Sí, me encanta. Es mi debilidad el chocolate. Cuando voy a Chile siempre llevo manjar, que es como un tipo de dulce de leche.
Alba: Oh, qué rico, por favor.
Alejandra: Entonces lo tengo siempre ahí controlado.
Alba: Poniéndole una marquita, ¿no? Al bote, estaba por aquí, en esta fecha.
Alejandra: Comiendo de mi manjar, sí.
Alba: Exactamente.
Alejandra: Y que extraño. Pero sí, soy mucho más de lo dulce.
Alba: Yo también. Cuando la gente me dice: “ah, no, a mí no me gusta el dulce, no como postre”, digo, qué suerte tienes en la vida, de verdad. O sea, no sabes la suerte que tienes porque estar todos los días, no todos los días, pero muchas veces pensando, ostras, quiero cocinar esto y quiero hacer varias galletas. Yo quiero hacer este postre este fin de semana. Y después dices: “ay, es que si lo cocino me lo tengo que comer”, ¿no? Y…
Alejandra: Claro.
Alba: Ese es el problema.
Alejandra: Claro, ese es el problema. Yo, por ejemplo, además a mí me gusta mucho cocinar. Entonces si quiero algo dulce y si no lo tengo, digo, no es que diga: ah, ya no importa, lo hago.
Alba: Exacto, eso es lo peor.
Alejandra: Lo hago. Pero siempre intento hacer la versión sana, como lo que ya hago con menos azúcar, le pongo más fruta.
Alba: Sí, sí, sí. Yo creo que eso para un consumo, o sea, si tú eres una persona, por ejemplo, que le gusta consumir ese tipo de cosas a diario, pues con una fruta se reemplaza mucho mejor, ¿no? Pero yo soy de las que piensa de que, para una vez, que cada dos semanas, una vez al mes que me voy a comer algo así, va a ser la versión más (***), con más azúcar posible. O sea, yo digo si lo hago, lo hago bien, ¿no?
Alejandra: Claro, es eso. Y si lo hago, por ejemplo, yo soy la persona que le gusta todo versión chocolatoso. O sea, si tiene que ser con chocolate, tiene que ser ya brownie con salsa de chocolate, helado de chocolate.
Alba: Madre mía, un completo, un completo. Ya, si te pones lo haces bien. Es que es así, es así. Entonces yo prefiero comer una vez cada mucho tiempo, pero darme el placer realmente. Además, cocinarlo yo, que me encanta también. Más que decir, bueno, pues voy a hacerlo todos los días, ¿no? Y lo incluyo, lo hago con menos azúcar o con sacarina o con Stevia, perdón, que has dicho tú que era la mejor. Pues yo lo hago a lo grande, sinceramente. Es que es un problema, es un… hay que vivir así.
Alejandra: Pero piensa que nosotras las mujeres, por el ciclo menstrual, hay unas semanas que necesitamos más azúcar y por eso es a veces aconsejable consumir más pescados grasos, frutos secos, para no sentir esa necesidad. Porque es eso, esa es una necesidad de comer algo dulce.
Alba: Además, es verdad, ¿no? Son antojos que el cuerpo te está pidiendo: come chocolate, no una onza, cómete la tableta entera, ¿no? Pero sí, sí, sí, es importante yo creo que también tener autocontrol y tener una relación sana con la comida, ¿no? Para todo. De decir, bueno, pues sí, hoy como más chocolate, no pasa nada. Quiero decir, es un día, pues mañana como otra vez bien y no pasa nada.
Alejandra: Exacto, exacto, es la clave.
Alba: No está todo perdido. Sí, sí, sí. Muy bien, muy bien, muy bien. Pues Alejandra, me gustaría saber si nos hemos dejado algo, si quieres añadir alguna cosita más, si quieres dar algo de información, algún consejo. No, hemos hablado del queso, pero también podríamos hablar de eso.
Alejandra: La verdad, nada. Siempre que hemos conversado de todo, las cosas más importantes, siempre es que se puede comer, pero siempre de una porción justa. Y no hay cosas malas ni buenas. No es que el arroz blanco sea súper malo y el arroz. O sea, no hay dos versiones opuestas, sino que la clave es siempre la porción.
Alba: Exactamente., la moderación. Y te lo dice una nutricionista que es muy golosa. Entonces… lo siente en sus propias carnes y te da el consejo desde lo más profundo de su corazón, realmente.
Alejandra: Muy bien.
Alba: Pues Alejandra, de verdad, un placer como siempre escucharte. Es que es una delicia, de verdad. Yo me quedaría aquí horas escuchándote porque se nota que sabes muchísimo del tema y lo haces con una didáctica estupenda. Yo estoy encantada, realmente, tenerte otra vez y ojalá en el futuro.
Alejandra: Gracias.
Alba: Sí, sí, de verdad.
Alejandra: Gracias, gracias. Yo siempre también, me encanta conversar de estos temas así que la gente también lo entienda, no, conversar con tantas palabras como difíciles. Después la gente dice, ahí está, ¿qué dijo?
Alba: Claro, exactamente, esa es la clave, ¿no? Hablar para todo el mundo muy claro. Pues Alejandra, muchísimas gracias de nuevo por estar aquí con nosotros. Un placer como siempre y pues nada, espero verte muy prontito.
Alejandra: Muchas gracias a ustedes y que estén muy bien.
Alba: Gracias, Alejandra.
Alejandra: Chao.