Conversations in Spanish & Other Languages
NOTE:
This episode was transcribed by a native speaker and revised by a another native speaker, but I didn’t have time to revise it myself. I am confident that it is very accurate, but I apologize if you see a mistake. We do the best we can to be as accurate as possible. Thank you!
Joel Zárate.
Ep 185: La adolescencia de Alba, con Alba y Joel (Intermediate Level)
Note: When you see 3 asteriks (***), it means that it wasn’t clear to understand what our guest said due to the internet connection.
Joel: Alba, que gusto verte una vez más. Qué gusto tenerte aquí para compartir una nueva conversación. Siempre es una gran experiencia verte, conversar contigo, reír contigo y aprender, no solamente sobre España, sobre el español para nuestros estudiantes, sino también siempre aprender un poquito sobre ti. Muchas gracias por acompañarme en esta conversación, Alba. Bienvenida a tu casa.
Alba: Muchas gracias, Joel. Pues ya sabes que siempre me siento muy a gusto y recibo con mucho placer cuando me dices "vamos a grabar juntos". Y digo sí, sí, sí, de cualquier tema, me gusta hablar, así que estoy encantada para lo que me eches, realmente.
Joel: Muchas gracias, Alba, muchas gracias. Eres una voz esencial en el podcast, y tus conversaciones de nivel avanzado ayudan mucho a llevar a nuestros escuchas, a nuestros estudiantes, al nivel más alto que pueden alcanzar. Y bien, en esta conversación vamos a enfocarnos en el pasado, y así nuestros estudiantes, nuestros escuchas, pueden escucharnos hablar con un enfoque en el pasado y escuchar cómo nos expresamos en el pasado; y vamos a conocer un poco sobre ti cuando eras adolescente en esta conversación, que se llama "Cuando era adolescente" con Alba Sánchez, vamos a escuchar muchas cosas curiosas e interesantes sobre tu etapa de adolescente.
Alba: Seguro, seguro, vamos. Ya te aviso que van a haber tachones en el historial probablemente, manchas negras, pero nada, nada que pueda asustar.
Joel: Muy bien, muy bien. Solo por curiosidad, Alba, ¿de qué otra forma te refieres tú hacia los años de la adolescencia, cuando eres adolescente? Porque tenemos la palabra " la pubertad", ¿no?, "la pubertad", pero al menos yo no uso con mucha frecuencia "puberto, cuando era puberto". Digo más "cuando era adolescente", casi siempre "cuando era adolescente", in my teenage years, cuando era adolescente. Y también algo curioso es que cuando estudias en la secundaria o cuando estudias en la preparatoria, los maestros te dicen "joven", o les dicen a los estudiantes "jóvenes”, “jóvenes, por favor, silencio, vamos a comenzar la clase, jóvenes, jóvenes". Y es muy curioso algunas veces, porque algunas veces los maestros son jóvenes, los maestros tienen tal vez 25 años, tal vez tienen… no sé, entre 22 a 28 años. Y es un poquito chistoso cuando hablan y dicen "bueno, los jóvenes hacen esto". Y es curioso porque ellos también son jóvenes, pero el concepto es muy común entre nosotros, que a los adolescentes en la clase los maestros les dicen "jóvenes". Yo generalmente me refiero a los adolescentes como "adolescentes", para "teenagers". ¿Tú también, Alba? ¿O cómo te refieres a los adolescentes?
Alba: Sí, normalmente "adolescentes". La verdad que "la pubertad" como sustantivo, sí que se usa para referirnos a esa etapa, pero no se usa "puberto”, no en absoluto. Nunca lo escucharías. Siempre "adolescente". O también decimos "cuando estás en la edad del pavo". Cuando estás en "la edad del pavo", se dice que estás en "la edad del pavo", porque decir que alguien es "pavo" o "pava" es que está muy tonto, que tiene una actitud muy de niño, muy juvenil, y está con "el pavo subido", ¿no? Entonces decimos que está en "la edad del pavo".
Joel: Qué curioso. Muy bien, muy bien. Era algo curioso, interesante para mencionar, porque vamos a hablar de cuando eras adolescente, Alba. Y bien, ¿qué te parece si comenzamos?
Alba: Vamos allá.
Joel: Tengo muchas preguntas.
Alba: A ver, a ver, tengo miedo. Me falta aquí la luz blanca del interrogatorio, estoy sudando.
Joel: No, no, no, será muy, muy interesante, Alba.
Alba: Seguro.
Alba: Bien, cuando tú eras adolescente, Alba, ¿eras una chica tranquila? ¿Eras difícil? ¿Eras rebelde? ¿Eras "amiguera"? Sé que en España no es común usar "amiguera". En México decimos mucho "amiguero", "amiguero", que tienes muchos amigos. Entonces, ¿tenías muchos amigos? ¿Eras reservada? ¿Cómo eras, Alba?
Alba: Pues, yo creo que una mezcla. Y claro, la adolescencia es una etapa tan amplia que no eres la misma con 12 años, cuando empieza la pubertad y la adolescencia, que cuando termina, que son pues, para algunos 18, para otros 35, ¿no? Pero no eres la misma persona en todas las etapas. Entonces, yo creo que empecé esa etapa de la pubertad siendo una niña muy tranquila, muy responsable, que siempre lo he sido durante toda la etapa, sobre todo muy responsable con los estudios, etcétera. Pero de una niña un poco más tímida y un poco más reservada, pasé a ser un poco la cómica de la clase. La verdad que a mí me gustaba mucho hacer bromas, y me sigue gustando, ¿no? Y utilizar la ironía, y siempre con la puntillita, ¿no? Poniendo el último comentario, etcétera. Pero, en general, yo creo que era una chica tranquila, un poquito rebelde en algunas ocasiones también, un poquito de carácter también, pero buena chica, buena chica en general.
Joel: Muy bien, muy bien, podía imaginarlo. Siempre tienes un gran sentido del humor, Alba, y también imagino que así eras cuando eras adolescente. Para ti, Alba, si piensas en los años de la adolescencia, ¿para ti cuál sería la edad de la adolescencia? ¿Entre los 13 y los 18, o los 13, los 15? ¿Qué edad para ti, si piensas en un adolescente? ¿Qué edad tienes en mente?
Alba: Sí, yo creo que depende también en este caso, a mí me parece que depende del sexo, en esta ocasión; y para las niñas yo diría que empieza un poquito antes, como en los 12, quizá 12 y 13. Y para los niños, un poquito más tarde, 13, a veces 14, porque están muy aniñados todavía en los últimos años de la niñez. Como 12, 13 están ahí en una etapa que no sabes si son niños o son adolescentes, o qué híbridos son, ¿no? Pero yo diría que 12, 13, y terminaría alrededor de los 17 o 18. Sí, yo diría que sí.
Joel: Muy bien, muy bien, muy bien, Alba. De adolescente, ¿qué querías estudiar? ¿Qué querías hacer? ¿Te acuerdas?
Alba: De adolescente, pues la verdad es que no tenía las cosas muy claras. Yo sabía que no era… que mi camino no eran las ciencias, que nunca se me han dado bien las matemáticas, por ejemplo. La lógica matemática no es una de mis fuertes, pero sabía que quería hacer algo con las lenguas. Siempre me han interesado mucho los idiomas, el inglés me encantaba, y sabía que quería tirar de alguna forma por ese camino, pero no tenía nunca claro qué quería estudiar exactamente. Y no fue hasta los últimos años en el bachillerato cuando decidí estudiar Lengua y Literatura. Aunque tengo que decir que, antes de Lengua y Literatura, siempre había pensado en latín y griego, pero por circunstancias de la vida terminé en Lengua y Literatura.
Joel: Muy bien. Yo quería ser biólogo Alba cuando…
Alba: ¿Biólogo?
Joel: Sí, sí. Cuando yo era adolescente, me gustaba mucho observar a los insectos, observar a los animales. Tenía una pecera y tenía algunos peces, y siempre me encantaba ver documentales sobre animales, insectos. Y por esa razón, quería ser biólogo. Aunque, bueno, cuando era adolescente, no tenía una idea realmente de qué hace un biólogo, cómo sobrevive un biólogo.
Alba: Cómo gana dinero, ¿no?
Joel: Exactamente, veía las hormigas y me fascinaba ver cómo entraban en su nido, y a mí me fascinaba mucho observar a los insectos. Veía un insecto en un árbol y podía observarlo por mucho tiempo.
Alba: Ya vez, ¿y tú crees que, de alguna forma, has extrapolado esa habilidad de observar a la lingüística también?
Joel: No, no sé. No sé si existe una relación directa entre querer ser biólogo y observar hormigas, y observar las palabras.
Alba: Algo hay, probablemente.
Joel: Pero, ¿qué tal acerca de lo que tus padres o tus abuelos querían que tú estudiaras? ¿Qué querían tus padres o qué querían tus abuelos que tú estudiaras? ¿Te acuerdas?
Alba: Me acuerdo perfectamente porque mi padre me lo ha repetido durante muchísimos años. Finalmente, no ha podido ser, pero siempre me decía que yo iba a ser la doctora Sánchez, "tú, la doctora Sánchez." Y yo: "Papá, que no me gusta, que no, que la ciencia no es lo mío. Por mucho que lo repitas, no se va a cumplir." Pero siempre, mi padre siempre le hubiera gustado que hubiera sido doctora, probablemente. Pero yo siempre le decía que con el apellido tan común que yo tengo, porque yo tengo unos apellidos muy comunes en España, que son Sánchez y Hernández, y yo le decía: "Con esos apellidos, papá, yo tengo que ser una persona muy normal, porque no tengo ningún apellido de condesa ni de… nada, nada.” Entonces, tengo que ser una persona muy normal. Doctora Sánchez, no, no, no suena muy bien.
Joel: Muy bien, muy bien. Al menos que seas ahora doctora Sánchez en lingüística, tal vez.
Alba: Me queda para eso, bastante.
Joel: Para mí era curioso. Mi padre quería que yo fuera abogado. Mi padre decía: "Vas a ser abogado", porque mi padre trabajaba en el ayuntamiento, trabajaba en las oficinas de la municipalidad. Entonces estaba conectado con los representantes de la ciudad y decía: "Mi hijo va a ser abogado." Mi madre decía doctor, va a ser doctor. Pero aunque mi madre decía más: "Estudia, vas a estudiar, vas a ir a la universidad, lo que tú quieras." Mi madre era más.
Alba: Claro.
Joel: Mis abuelos por parte de mi madre también me decían que fuera profesional. Ellos decían que fuera profesional, pero la madre de mi padre, mi abuela, ella quería que yo tuviera 10 hijos. Eran sus sueños.
Alba: No, ni uno, ni dos, ni tres... ¡10, total 10!
Joel: Exactamente, era su sueño. Que decía: "Mi nieto, mi segundo nombre." Bueno, yo soy Joel, mi segundo nombre es Eduardo, y mi abuela me decía Eduardo, mi nieto Eduardo va a tener 10 hijos, nos va a traer muchos nietos." Muy bien, esa iba a ser mi profesión, tener hijos.
Alba: Padre, desde luego, de profesión, padre, totalmente. ¡Madre mía! Ya ves. Sí, a ver, en general, al final, pues los padres siempre te animan a... o por lo menos en mi caso y en tu caso, ¿no? Siempre a estudiar. "Tú haz lo que quieras, pero tienes que ser profesional en algún área." Eso es.
Joel: Sí, sí, sí. Entonces sí, ellos me animaban a estudiar. Y, Alba, ¿tú ibas a una secundaria, a middle school o junior high, a una secundaria pública, o ibas a una escuela secundaria privada?
Alba: Yo siempre he ido a una escuela pública. Tanto en la escuela primaria, como en la escuela secundaria, como en la universidad, siempre mis estudios han estado en instituciones públicas. Entonces yo iba a un instituto, que es como llamamos aquí a la escuela secundaria, a un instituto público.
Joel: ¿Y qué era lo que más te gustaba de ir a la escuela secundaria, Alba? ¿Cómo era la experiencia para ti, si no mal recuerdas?
Alba: Pues a ver, yo tengo, en general, tengo recuerdos buenos de la escuela secundaria, del instituto. Yo creo que lo que más me gustaba era estar con gente. Siempre me ha gustado formar equipo, trabajar en equipo. Y, ya ves, al final pues soy autónoma y trabajo sola, ¿no? Pero siempre me ha interesado mucho saber qué opinan los demás o aprender de los demás y tener puntos de vista diferentes en trabajos. Y yo lo que más recuerdo era que yo veía todos los días a mis amigos, y eso no tiene precio. Es que ahora, para ver a tus amigos, tenéis que quedar con tres meses de antelación y concordando agendas. Y en ese momento, pues todos los días tus amigos estaban allí, y yo creo que eso es lo que más disfrutaba de la escuela secundaria.
Joel: Muy bien, muy bien. ¿Y tú eras como la consentida del maestro? ¿Eras la estudiante que le caía bien al maestro? Porque yo sí era el estudiante que le caía bien al maestro por dos cosas, por dos cosas. Cuando yo era adolescente, yo era bajo, yo era bajito. Tampoco soy muy alto, no mido 2 metros. Yo mido en pies, son 5 ft 5 in, que son como 1 metro 65, metro 64 de estatura. Entonces, no soy alto, pero tampoco soy bajo. Tengo una estatura mediana. Pero cuando yo era adolescente, cuando iba a la secundaria y cuando iba a la preparatoria, yo era el más bajo de la clase, era el más bajito de la clase. Entonces por esa razón, también era el consentido de la profesora, porque era yo el más bajo. Y al mismo tiempo, a mí me gustaba mucho participar. Yo no era un estudiante muy dedicado, yo no estudiaba demasiado, estudiaba lo normal, hacía las tareas, pero me gustaba mucho participar y siempre tenía suerte, y siempre era atinado con la respuesta, tenía la respuesta correcta. Entonces, me hice la reputación de "Joel es el niño inteligente porque contesta todas las preguntas." Entonces decían "Joel es el más bajito y el más estudioso." Entonces por esa razón, yo era el consentido del maestro. Era yo un poco pícaro y travieso, pero sabía siempre contestar a las preguntas, y sabía ver a la profesora con ojos de inocente y podía...
Alba: Claro, es que ese es el juego, ¿no? Quiero decir, por supuesto, todos de adolescentes somos pícaros, como tú has dicho, nos gusta hacer un poquito de travesuras, pero yo creo que hay un equilibrio, y tú tienes que saber comportarte en todas las situaciones. Cuando estás en clase, estás en clase, y estás atendiendo, y estás respondiendo, y estás participando. Pero fuera de clase, es otra historia. Entonces, yo creo que ese es el equilibrio perfecto como estudiante: saber comportarte en cada situación como requiere la situación. Pero me preguntabas si yo era la consentida, aquí decimos "el ojito derecho", el ojito derecho del profesor.
Joel: El ojito derecho.
Alba: El ojito derecho. He sido… muchos, he sido ojito derecho de muchos profesores, tengo que decirlo, la verdad. Yo creo que también porque, pues lo que explicaba, ¿no? Yo siempre me sentaba en primera fila. Me gustaba mucho participar, era una persona, pues, graciosilla, etcétera, pero siempre con respeto hacia el profesor. Tú siempre puedes ser un poco cómica y puedes responder con un poco de humor, pero siempre tienes que ver al profesor como una figura, pues, que está trabajando para ti, ¿no? Que es un servicio, y tienes que respetarlo. Y ese ha sido mi técnica y mi táctica durante la adolescencia. Y salí muy bien, la verdad, sí, sí.
Joel: Me encanta cómo lo tienes tú ya bien planteado. Tu táctica… tu técnica y tu táctica.
Alba: Es que es verdad, es así. O sea, tú tienes que hacer tu papel, ¿no? Y dentro de eso, pues también tu personalidad influye mucho. A mí me gustaba mucho, pues, participar. Es verdad que me gustaba participar, sí.
Joel: Me pasó una anécdota muy curiosa en la universidad. Cuando estaba estudiando el grado, my bachelor degree, estaba en uno de los seminarios y era un seminario de traducción. Y en este seminario hacíamos traducciones de organizaciones no lucrativas. Entonces parte del seminario era hacer traducciones reales de hospitales o organizaciones no lucrativas. Y en este seminario, en una ocasión, yo traje un pastel a la clase. No recuerdo exactamente por qué traje un pastel a la clase, pero traje un pastel y compartí el pastel con los compañeros. No, no era una clase muy grande; éramos tal vez 12 o 15 compañeros. Yo traje pastel, un pastel grande, y el profesor consiguió un chichillo y partimos el pastel. Y creo que, creo que sobró la mitad del pastel. Entonces el profesor, el buen profesor Jeffrey Reader, Jeffrey, si sí me escuchas, un gran saludo. Es un excelente profesor, excelente lingüista. Y le di la mitad del pastel y le pedí que por favor lo guardara en el refrigerador, tal vez podíamos comerlo después. Entonces, Jeffrey tomó el pastel y el resto de los compañeros comenzaron a bromear, a decir: "Oh, si Joel le da el pastel para sacar una buena calificación." Y cuando se fue, regresó 5 minutos después, 10 minutos después y dijo: "tengo un anuncio que voy a hacer a la clase porque hemos sido nominados para recibir un premio por parte de la universidad." Y la universidad me pidió que escogiera…
Alba: Ay, que ya estoy viendo el final.
Joel: La universidad me pidió que escogiera…
Alba: Un alumno al azar, ¿no? Al azar.
Joel: Y he seleccionado a Joel.
Alba: Obviamente, obviamente.
Joel: Y yo le dije, Jeffry no pudo llegar en otro mejor momento. Pero fue una historia, una anécdota.
Alba: Hombre, es que, vamos, estaba claro al final, estaba clarísimo.
Joel: Voy a parar de reír y de llorar de la risa, pero sí, entonces toda mi vida he sido el elegido.
Alba: El elegido.
Joel: Muy bien, Alba, hablamos de lo que más te gustaba de ir a la escuela secundaria, ¿y qué era lo que menos te gustaba de ir a la escuela?
Alba: Pues difícil pregunta porque no, he pensado sobre ella. Pero no encuentro nada que me disgustara realmente, o que yo odiara o que no me gustara. La verdad que quizá es porque ya lo veo con perspectiva. Si me preguntas cuando estoy allí y cuando tengo 16 años, pues probablemente tuviera una lista enorme de cosas. Pero ahora, viéndolo con perspectiva, me gustaba todo. La verdad que eran unos años, fueron unos años muy chulos y lo pasé muy bien. Quizá un poco algunos estudiantes, pues, no tenía buena relación con ellos o me costaba un poco más interactuar con algunas personas, pero genial, todo bien, sí.
Joel: Muy bien, muy bien. Creo que para mí era más que nada levantarme temprano porque tenía que levantarme a las 6 de la mañana, para prepararme, vestirme, bañarme, desayunar. Entonces, creo que eso era lo más difícil para mí porque yo no soy tempranero por naturaleza.
Alba: Es, ya claro, ya lo se. Pero para mí no, no, no era problema. Yo me levantaba a las 7 menos cuarto, si no recuerdo mal; y pues, como yo soy persona de mañana, lo he sido siempre, y no era un problema para mí tampoco.
Joel: Sí, sí, yo me puedo levantar temprano, claro, cuando iba a la universidad me levantaba temprano para ir al gimnasio y hacer ejercicio, pero no era un gusto de, oh ya son las 5 de la mañana.
Alba: Claro, no es un placer, no, no.
Joel: Pero bien, ah me tengo que levantar, pero bueno, voy a hacer ejercicio, la voy a pasar bien. Pero era difícil.
Alba: Sí, es duro.
Joel: ¿Y qué tal con respecto a la escuela preparatoria? ¿Ibas a una escuela preparatoria pública, a public high school o ibas a una preparatoria privada en España? Que en España ustedes no dicen escuela preparatoria, ¿verdad? Ustedes dicen más bachillerato, que… cuando yo estudiaba en la preparatoria lo más común para mí era la prepa o el nivel medio superior, los profesores decían "están ustedes en el nivel medio superior" antes de ir a la universidad. Pero la prepa, la preparatoria, la prepa es lo más común decir entre los jóvenes, si en una forma casual. La prepa, si ves alguna telenovela de México, vas a escuchar la prepa miles de veces.
Alba: La prepa, sí, sí, sí, puro "Rebelde Way", ¿no? Que era tan famosa también. Y de México.
Joel: Menciona un poquito para quienes no saben qué es "Rebelde".
Alba: Uy Rebelde. Rebelde es el Santo Grial de las telenovelas adolescentes, ¿no? Yo diría que, bueno, que es increíble, ¿no? Es una telenovela que trata sobre un grupo de adolescentes ricos que tienen un nivel adquisitivo alto y les pasan cosas, pues ya ves, líos de adolescentes, realmente.
Joel: Exactamente, exactamente. "Rebelde" es como "Beverly Hills…". Se me olvida el código, pero había una serie también en inglés que era Beverly... no recuerdo muy bien, pero era también un grupo de estudiantes de una… si no mal recuerdo, era High School también, como "Saved by the Bell".
Alba: Claro, es eso, es ese tipo, sí, pero con problemas de gente de primer mundo, ¿no? De gente muy rica, que yo no tengo esos problemas ni los tenía en esa época. Que luego, claro, se hizo la versión argentina, que por eso he dicho "Rebelde Way". Claro, esa era la versión argentina, la mexicana era "Rebelde" a secas.
Joel: Muy bien, muy bien. Sí, sí, es verdad. Pero bueno, como telenovela, pues claro, tiene que tener mucho drama y…
Alba: Sí, sí, claro, por supuesto. Es la esencia, ¿no? De la telenovela.
Joel: Exactamente. Pero sí, entonces dime, Alba. Y tú dices "bachillerato", no, más con ir al bachillerato, ya no es el instituto.
Alba: Bueno, es que claro, hay que aclarar que dentro del instituto, de la escuela secundaria, dentro de esa institución, están las dos: está tanto la ESO, que para nosotros es la Enseñanza Secundaria Obligatoria, la ESO; y después está el bachillerato, que son los dos últimos años antes de ir a la universidad, desde los 16 hasta los 18. Pero lo hacemos todo en el mismo instituto, no cambiamos de instituto. Entonces, nosotros estamos allí cuando tú tienes 18 y estás en el último curso, compartes institución con los niños de 12 que llegan por primer año.
Joel: Muy bien. Entonces, sí, dijiste que era una escuela pública, ¿verdad?
Alba: Exacto, sí.
Joel: Muy bien, ¿y tú tomabas un autobús, un camión, un transporte colectivo para ir a la preparatoria? Voy a usar "prepa", Alba, que después de reírme contigo, me siento un poco tele novelesco.
Alba: Claro, muy bien, la prepa. Sí, sí. Pues no, yo no tomaba ningún transporte público porque tenía el Instituto muy cerca de casa. He tenido la suerte que siempre he tenido el colegio, tanto la escuela primaria como la escuela secundaria, el instituto, muy cerca de casa, como unos 10 minutos caminando. Entonces, yo iba...
Joel: Entonces te ibas caminando.
Alba: Sí, sí, efectivamente, eso es. Todas las mañanas, además, quedaba con amigos, nos íbamos caminando y luego volvía con amigos también, o sea que era todo muy ameno.
Joel: Ah, qué bien, que bien. En España, cuando tú ibas a la preparatoria, la escuela no tenía autobuses, como aquí en Estados Unidos, que aquí en Estados Unidos las escuelas tienen el transporte, los autobuses escolares que van y recogen a los estudiantes, pero ¿tu escuela no tenía, o en España no tenían este sistema?
Alba: Sí existe, existe, pero solamente reservado para aquellos estudiantes que viven muy lejos de la escuela o cuyos padres no pueden llevarlos por trabajo o por otras circunstancias. Pero en mi caso, es que yo tenía la escuela secundaria a 10 minutos caminando, entonces no merecía la pena pagar por ese servicio.
Joel: Muy bien, Alba. ¿Qué era lo que más te gustaba de ir a la escuela preparatoria? ¿Te acuerdas?
Alba: Pues ya, claro, con 16, 17 y 18, que son los años donde estamos en la prepa, en el bachillerato, ya tienes muchas más opciones de elegir las asignaturas que a ti te gustan. Entonces, yo iba con mucho entusiasmo a las clases porque hacíamos historia del arte. Yo ya había cogido la rama de humanidades y sabía que quería dedicarme a las lenguas. Entonces, estudiaba latín, estudiaba griego, estudiaba cultura clásica, literatura universal, historia del arte. Y para mí era un lujo ir a clase, realmente me gustaba mucho lo que aprendía y no lo tomaba como un trabajo, realmente lo disfrutaba bastante.
Joel: Muy bien. ¿Qué era lo que menos te gustaba Alba de la preparatoria?
Alba: Aquí sí que tengo cosas. En los últimos años, la tensión y la presión y el estrés que hay a la hora de acceder a la universidad y si vas a aprobar o no vas a aprobar o tienes un examen. El caso es que en el último año del bachillerato yo estuve muy estresada. Teníamos exámenes todas las semanas de diferentes asignaturas y fue un horror. Realmente fue una experiencia muy complicada, mucho más que la universidad, porque en la universidad tienes más tiempo para estudiar, para prepararte de forma independiente. Pero en el bachillerato, era todas las semanas, teníamos exámenes, entonces fue muy duro. Y había una profesora que fue muy difícil lidiar con ella. Era mi profesora de historia de España y era muy dura de pelar, muy dura de pelar. Muy difícil aprobar con ella. Luché muchísimo para aprobar y finalmente lo conseguí, pero durante todos los trimestres lo tuve muy crudo con ella.
Joel: Muy bien, me hiciste recordar algo. Cuando trabajaba yo en el laboratorio de computación de matemáticas, cuando yo estudiaba en el Santa Rosa Junior College, yo trabajaba en el laboratorio de computación de matemáticas y había frases de Einstein en las paredes. Por ejemplo, había una que decía: "Si piensas que las matemáticas son difíciles, no tienes idea de los problemas que yo tengo en matemáticas". Pero había una que decía "Yo estoy de acuerdo con ustedes, una de las materias más difíciles del mundo es historia". Me gustaba mucho esa, esa que estaba de Albert Einstein. Una de sus frases, no sé si era exactamente así, pero era algo sobre la materia más difícil es Historia. Muy bien, muy bien. ¿Y dirías que tú eras estudiosa, Alba? ¿Tú eras muy dedicada cuando ibas a la prepa? Eres una estudiante a quien le gustaba sacar buenas calificaciones, buenas notas, que le gustaba aprender.
Alba: Sí, yo era muy estudiosa, era muy dedicada. Me gustaba mucho estudiar también porque teníamos las materias que ya me gustaban en esa época, pero tenía muchísimo estrés, muchísimo trabajo. También, las notas que tú tenías en el bachillerato son muy importantes para la nota final en la universidad. Para entrar a la universidad es el 60% y era muy complicado. No podías estar en las nubes en esa época, tenías que estar muy concentrado y, pues, fue muy difícil, realmente.
Joel: Muy bien, ¿y cuál era tu materia favorita en la prepa, Alba?
Alba: Uy, qué difícil. Yo creo que mi materia favorita era Latín. Latín, yo le tenía muchísimo cariño, tanto al profesor como a la materia. Y cuando te gusta una materia y el profesor es la guinda del pastel, no puedes pedir más.
Joel: Muy bien, muy bien. ¿Y tú practicabas algún deporte, Alba? Como fútbol, karate, tenis, o algún otro deporte cuando estabas en la preparatoria o cuando eras adolescente en general. ¿Tenías algún deporte?
Alba: Cuando era adolescente practicaba voleibol. Estaba en un equipo del instituto y competíamos con otros institutos. Lo que pasaba era que los otros institutos eran muy profesionales, y nosotras éramos terribles, de verdad. Pero cuando digo terribles, es terribles con todas las letras. Fue vergonzoso la actuación que tuvimos con otros institutos, pero lo pasamos muy bien, y eso era lo importante. O sea que sí, que practiqué voleibol durante un año, y después me dediqué solamente a gimnasio. Ya empecé a ir al gimnasio, y me gustaba mucho zumba, por ejemplo. Empecé a practicar zumba, pero ya deportes de equipo no practiqué ninguno más, solamente voleibol.
Joel: Muy bien, muy bien. La siguiente pregunta, Alba: ¿te gustaba jugar videojuegos cuando eras adolescente?
Alba: Pues sí, sí que me gustaba, sí. Tenía... bueno, sí, es un videojuegos claro, Los Sims. Los Sims me encantaban. Yo tenía todas las versiones de Los Sims, todas las actualizaciones, todo, todo lo de Los Sims, me gustaba mucho. ¿Y alguno más? Sí, en PlayStation también he llegado a jugar alguno, como The Last of Us, God of War o cosas así. También me gustaban. Ahora menos, pero me gustaban en esa época más.
Joel: A mí me gustaba mucho jugar videojuegos. En México había lugares, cuartos, en donde había varios juegos de video; y en México decíamos ir a las maquinitas. Yo iba a las maquinitas, y cuando eras muy bueno en un juego, decíamos ser "vago", yo era muy vago, o sea, que era muy bueno para, yo era un buen jugador en el juego que se llamaba Street Fighter.
Alba: Hombre, claro, mítico.
Joel: Yo era muy bueno y me decían que era muy vago. Yo era muy vago con Street Fighter, y sí, me gustaban los videojuegos. Hoy en día no, no juego mucho. A veces juego un poquito con Tetris o con juegos de palabras, pero hoy en día no juego mucho.
Alba: Porque tú eres de clásicos, ¿no? Has dicho Tetris y alguno de palabras también. Eres de estos clásicos.
Joel: Sí, hoy en día es fácil jugar estos juegos cuando tienes solamente cinco minutos. Si tengo cinco minutos que espero en... no sé, que estoy esperando en una cita…
Alba: Una consulta o… Sí, exactamente.
Joel: Sí, por lo regular yo leo un capítulo de uno de mis libros o leo… A mí me encanta leer y releer mis libros sobre el aprendizaje de lenguas, sobre cómo aprendemos lenguas. Entonces, casi siempre uso mi tiempo para leer, pero algunas veces no tengo ganas de leer, y entonces recurro, voy a juegos como Tetris o ajedrez, o juegos que no son muy complicados, con una nave que destruye enemigos, pero no juegos complicados con el teléfono. Y me gustaba mucho, tal vez, tal vez jugaría si tuviera tiempo, pero bueno, hoy en día prefiero usar el tiempo para crear episodios de podcast.
Alba: Por ejemplo.
Joel: Sí, sí, exactamente. Pero, ¿Qué tal juegos de mesa, Alba? ¿Te gustaba jugar juegos de mesa, como ajedrez, damas chinas, damas inglesas?
Alba: Pues sí, pero durante la adolescencia quizá un poco menos, eso fue más durante la infancia. Iba a clases de ajedrez, fui a un curso de ajedrez, pero durante la adolescencia quizá más juegos de cartas. Juegos de cartas que son juegos de mesa también. Nosotros tenemos unas cartas que se llaman la baraja española y hay infinidad de juegos con esas cartas. Entonces sí que cuando estaba con amigos jugábamos a ese tipo de juegos, o al Uno o cosas así, pero no ajedrez en mi adolescencia, me interesaban otras cosas. O Monopoly o cosas así también.
Joel: Muy bien, muy bien. Curioso, El Monopoly en México se llamaba Turista Mundial. Jugaba Monopoly sí, se llamaba Turista Mundial. Alba, ¿tú tenías algún hobby? ¿Tenías algún pasatiempo que te gustaba hacer cuando eras adolescente?
Alba: Pues algún hobby o pasatiempo, creo que no, creo que aparte de lo normal, ¿no? De leer. Sí que me gustaba mucho leer, me gustaba mucho, mucho, mucho leer. Pero aparte de eso, no tenía nada, nada especial. Nunca se me ha dado bien dibujar ni otras cosas creativas, entonces, aparte de lo básico, no tenía ningún hobby especial.
Joel: Muy bien, muy bien. Y como buena adolescente, Alba, ¿te gustaba ir a fiestas con tus amigos o no eras muy fiestera, como decimos los mexicanos? No sé si ustedes dicen "fiestera" también o "fiestero", como "amiguero" o "amiguera". No dicen "amiguero" o "amiguera", pero…
Alba: "Fiestero" sí lo tenemos, sí, sí, sí. Yo era fiestera, pero mis padres no, entonces ahí había conflicto porque yo quería salir de fiesta, yo quería ir a fiestas con amigos, a discotecas, etc., pero mis padres eran muy estrictos. Y entonces probablemente iba a una de cada 10 fiestas que se celebraban, yo estaba muy ausente en ese tipo de celebraciones. Pero sí que me gustaba bastante salir de fiesta, cosa que ahora, cero, absolutamente cero. Pero en esa época, sí, sí que me gustaba.
Joel: Muy bien, muy bien, estamos igual, Alba. Yo era muy fiestero cuando era adolescente. Yo era el consentido de las chicas, como en inglés creo que hay algo en inglés que es como "ladies' man", como el consentido de las chicas. Y la razón era porque yo era bailador, yo bailaba salsa, cumbia, era buen bailador, y mis amigos del barrio les gustaba más beber. Entonces íbamos en grupo a una fiesta, y la mayoría de mis amigos hablaban y bebían, y yo bailaba con todas las chicas, y yo era amigo de todas las chicas. Y entonces… ya llegó Joel, "¡Joel baila conmigo! ¡Baila conmigo!" y bailaba con todas, entonces yo era el bailador.
Alba: Muy bien.
Joel: Alba, ¿tú te ibas de excursión al parque o te ibas de excursión a la playa o a alguna otra parte con tus amigos? ¿A dónde ibas si ibas de excursión, si ibas a quedarte en algún lugar?
Alba: Pues de excursión, como fines de semana, sí que hemos tenido bastantes escapadas. Íbamos a la ciudad, porque nosotros vivíamos en un pueblo, entonces íbamos a la ciudad. Íbamos a otros pueblos también para estar con otros amigos, para celebrar fiestas de otros pueblos, que también eran muy común. Durante el verano mi mejor amiga en aquella época tenía una casa en la playa y sí que pasaba una temporada, como dos semanas en el verano, las pasaba con ella en su casa, con sus abuelos, etc. Era muy, muy divertido. Y, aparte de eso, durante el curso académico era bastante difícil hacer excursiones más grandes. Y yo creo que era eso, sobre todo, el cine o la ciudad, salir, ir de compras o un centro comercial o cualquier cosa así.
Joel: Muy bien, Alba, ¿tú tomabas alguna clase de música, alguna clase de guitarra, tocabas el piano, tomabas clases de canto? ¿Sabías tocar algún instrumento musical o solamente eras como yo, que solamente sabes tocar el timbre o la puerta?
Alba: Igual, absolutamente, no lo hubiera definido mejor. Sí, no, no, no tenía clases de ningún tipo, y es que tampoco se me da bien, realmente ahora como adulta tampoco se me da bien. Sí que me hubiera gustado tener clases de canto, siempre me ha gustado mucho cantar, pero pues mis padres no estaban de acuerdo con mis aptitudes en ese momento de canto y me decían que cantar en la ducha. Así que me quedé sin clases de canto y sin clases de música, y sin nada. Pero sí que iba, ahora que lo estoy recordando, sí que iba a clases de baile. Sí que fui una temporada a clases de baile y aparecí en carnavales del pueblo y cosas así, pero solamente baile, no canto.
Joel: Muy bien. Bueno, Alba, algo que quiero mencionar rápidamente, que he mencionado en otros episodios y que es bueno saber porque esto es parte de la broma que hice con Alba de tocar la puerta, que el verbo "tocar" significa "to play", “to play an instrument”, "to touch" y también “to knock” cuando tu tocas la puerta o tocar el timbre, entonces para nosotros es hacer una broma con otro hispanohablante cuando decimos: "Tocas la guitarra, tocas el piano o solo tocas la puerta". Es algo que es una broma entre nosotros y ustedes pueden entenderlo. Y sí, y si un día le preguntan a un hispanohablante si sabe tocar la guitarra, pueden decirle también: "¿O solo tocas la puerta o solo tocas el timbre?" Los vas a hacer reír.
Alba: Exacto.
Joel: Muy bien, muy bien. Bueno Alba, llegamos casi al final de nuestra conversación. Me quedan solamente un par de preguntas. La primera es: ¿qué era lo que menos te gustaba de la adolescencia? ¿Qué era lo que menos te gustaba de esos años de adolescencia, Alba?
Alba: Pues yo creo que lo que menos me gustaba era la sensación un poco que tenemos a veces, o que teníamos a veces en esos años de estar perdidos. Hay veces, cuando eres adolescente, que no sabes qué quieres hacer, no sabes qué vas a hacer. Hay cosas que se te dan bien, otras que no se te dan bien, y es difícil decidir cuál va a ser tu futuro. Pero yo creo que lo que menos me gustaba era esa incertidumbre de qué voy a hacer o qué voy a hacer de adulta. Eso es lo que menos me gustaba. También un poco sentirte acomplejada, durante esos años yo creo que era mucho más común sentir vergüenza por tu cuerpo, sentir vergüenza por las cosas que dices, las cosas que te gustaban, o las cosas que... todo te producía vergüenza. Y viéndolo con perspectiva, yo diría "pobre Alba", ¿no? Porque después todo está bien y todo pasa, y eres adulto y comprendes muchas cosas, pero en esos años era difícil.
Joel: Sí, sí, estoy de acuerdo, estoy de acuerdo contigo. En esos momentos que tienes incertidumbre, y que cuando eres adulto puedes ver: "Ah, pude haber hecho esto así", o "porque no hice esto". Y es parte de la adolescencia. Y, en lo contrario Alba, ¿qué era lo que más te gustaba a ti de la adolescencia?
Alba: Pues precisamente también, dentro de la incertidumbre o dentro de esos años que no sabes qué va a ocurrir, lo que más me gustaba era no tener responsabilidades como tal, como adulta. No tenía que pagar facturas, no tenía que preocuparme por el dinero, no tenía que hacer nada. Simplemente mi trabajo era estudiar, y mis padres se encargaban mucho de repetírmelo. Siempre me decían: "Alba, tu trabajo ahora es estudiar. Dedícate a estudiar porque ese es tu trabajo actualmente. Después vas a tener tiempo para pagar facturas, para echar más horas que un reloj trabajando, para tener preocupaciones, pero ahora tu trabajo es estudiar." Y eso era una de las cosas que más me gustaba y que más echo de menos ahora como adulta.
Joel: Muy bien bueno sí, no lo sabía Alba muchas gracias por compartirlo y por haber compartido todo lo que trajiste en tu baúl de recuerdos para la conversación. Muchas gracias, siempre es un enorme gusto hablar contigo. Es un gustazo poder compartir tiempo y experiencias, y ayudar a nuestros queridos escuchas a alcanzar el nivel más alto de español que puedan alcanzar a través de nuestras conversaciones y todos los materiales que creamos para ayudarles. Y recuerden que Alba da lecciones de español, siempre está muy ocupada, pero pueden buscarla y si pueden tomar una lección con Alba, sería no sé, una muy buena experiencia. Si yo fuera estudiante de español, estaría detrás de Alba, una lección Alba, pero Alba, muchísimas gracias por estar aquí. Muchas gracias por todo. Espero poder verte en un futuro no muy lejano y también escucharte, me encanta escucharte y aquí nos vemos Alba. Te mando un gran abrazo hasta Murcia, España.
Alba: Igualmente Joel, a vosotros y a ti en particular siempre por acogerme con tanto cariño. Nos vemos pronto.
Joel: Siempre Alba, siempre. Hasta pronto Alba.